Las discrepancias frontales entre los bandos municipales partidarios y detractores de Ence sobre la continuidad de la fábrica no se reprodujeron a la hora de cuestionar el impacto negativo que su constante tráfico de camiones genera en la PO-546, la carretera vieja de Marín. Todos los grupos aprobaron una propuesta de Marea para que se acometa la recuperación integral de este vial y todo el tráfico pesado, en especial el transporte de madera a la fábrica, se canalice por la autovía de Marín, lo que obligaría a habilitar en la PO-11 una entrada específica para ellos.

Carmen Moreira, de Marea y vecina de Placeres, recordó que la carretera vieja de Marín, dependiente de la Xunta, registra un constante paso de camiones que "generan vibraciones e incluso grietas en las viviendas" y la reciente prohibición del paso de bicicletas por la autovía de Marín trasladó ese tránsito ciclista a la PO-546, con el "aumento del riesgo para sus usuarios". Por ello, demandó la instalación de aceras y de medidas del calmado del tráfico, algo que todos los grupos aceptaron. De hecho, el concejal del BNG César Mosquera, explicó que en la visita del pasado lunes de la ministra de Fomento Ana Pastor, a cuyo departamento pertenece la PO-11, "se planteó ese desvío de los camiones pero mostró reticencias, por lo que este acuerdo unánime podría tener valor", añadido al proyecto para ampliar el paseo peatonal y ciclista desde As Corbaceiras hasta el nudo de Mollabao.

El PP se mostró de acuerdo con estas medidas, que defiende desde hace semanas el colectivo ciclista de Masa Crítica, y enlazó la implicación de Ence en esta actuación como una posible contrapartida al apoyo de la Xunta a su continuidad. Al respecto, el popular Jacobo Moreira, admitió que la ampliación de la concesión "le reportará beneficios a la compañía y Pontevedra también tiene que ganar y recibir por lo mucho que le tiene dado a la empresa".