Pontevedra comenzará el curso político con el inicio del desdoblamiento de la Avenida de Vigo y un proyecto de reforma urbana en el barrio de Estribela. Las esperadas obras del nuevo acceso sur de la ciudad arrancarán en la última semana de agosto, con el desbroce y levantamiento topográfico de los terrenos por el que transcurrirá el nuevo vial. Esta obra se pone en marcha "con cierta urgencia" -indicó el concejal de Movilidad, Luis Bará-, ya que una parte del presupuesto aportado por varias administraciones debe ejecutarse en este año. El presupuesto es superior a cinco millones de euros.

Con esta intervención la carretera de acceso a Pontevedra desde Salcedo contará con una nueva vía, casi en paralelo a la actual Avenida de Vigo. Recientemente el gobierno local adjudicó a la unión de empresas Covsa y EC Casas esta obra, que supone abrir un nuevo vial, de 500 metros de longitud, que unirá el nudo de O Pino y la rúa da Estación.

La propuesta de esta unión de constructoras ha sido cifrada por los técnicos en 5.316.628,45 euros, de los que 3.782.000 corresponden a la ejecución del nuevo vial y algo más de 1,5 millones se destinan a realizar buena parte de las mejoras asociadas al concurso y destinadas a complementar la remodelación de esta zona sur de la ciudad. Así, la actual Avenida de Vigo quedará con un único carril y en principio de salida, como el resto del vial ya reformado en su día y porque el futuro desdoblamiento tendrá dos calzadas de entrada a la ciudad y una de salida.

Se trata sobre todo de urbanizar el primer tramo de la actual Avenida de Vigo, entre Ponte Boleira y el cruce con Luis Seoane, y de parte de la rúa Estación, así como otras mejoras menores. De hecho, la "humanización" de la avenida "con los mismos parámetros de calidad que en el centro urbano", según el Concello, se llevará más de la mitad del presupuesto para mejoras, con casi 700.000 euros. Ha quedado excluido el sector posterior, desde Luis Seoane hasta O Pino, ya que supondría un "aumento del gasto inasumible", según el gobierno local. De hecho, dos empresas aspirantes sí incluyeron esa previsión, pero sus ofertas fueron desestimadas por "baja temeraria".

Estribela

No es el único gran proyecto que afronta el Concello de Pontevedra en este nuevo curso político. Prevé además extender las medidas de calmado del tráfico del centro urbano a la Avenida de Marín, en Estribela, además de reformar la plaza de Marqués de Valterra, que actualmente se utiliza principalmente como estacionamiento, al margen de acoger algunas actividades como fiestas y mercadillos.

En el proyecto, que aún está en fase de elaboración, se incluye la retirada de la pasarela peatonal de madera, cerrada desde hace tiempo por su estado de degradación, así como la aplicación en la Avenida de Marín de "dos o tres" pasos de peatones elevados (los populares "lombos"), según avanzó el concejal delegado de la parroquia, Demetrio Gómez.

Se pretende con estas medidas no solo reformar el ámbito de Marqués de Valterra, principal plaza del centro histórico marinero de Estribela, sino también "calmar el tráfico" para que la Avenida de Marín deje de tener una consideración de "autovía" para los conductores y comience a ser utilizada como una vía urbana en la que deben convivir peatones y vehículos.

El concejal nacionalista argumentó que no puede haber una "autovía" al lado de un parque infantil y un espacio por el que transitan numerosos peatones, tanto por la actividad de la plaza como la proximidad de la entrada al puerto.

Aún no está definido el presupuesto, porque no está finalizado el proyecto, pero Gómez Xunqueira avanzó que solo la retirada de la vieja pasarela le costará al Concello 15.000 euros, "bastante menos que arreglarla", apuntó el concejal.

Además, en la plaza se arreglarán las zonas ajardinadas y el parque infantil. Los aspectos concretos de estas pequeñas mejoras se analizó ayer con los representantes vecinales del barrio, en una reunión del Consello Parroquial.