Hace apenas unos días, el pasado 28 de mayo, la inmobiliaria Lar "reaparecía" en el Concello para tratar de reactivar el viejo plan residencial de los terrenos de la antigua Tafisa. Lo hacía después de que un grupo inversor catalán se hiciera con las riendas del grupo y apostara por sacar adelante promociones "aparcadas" durante años en España, entre ellas las de Tafisa. Esas previsiones parece que comienzan a germinar y prueba de ella es que la promotora de ese proyectado barrio, PonteLérez, acaba de formular una consulta al Concello sobre las posibilidades urbanísticas de una de esas parcelas. El asunto es debatido en la comisión de urbanismo de hoy.

El solar en cuestión es el denominado 46 A, donde la empresa ya presentó al menos en dos ocasiones licencia de edificación, si bien los dos intentos fracasaron por falta de financiación en algún caso. Se trataba de un gran edificio en forma de U, hacia la calle José Malvar, para al menos 250 viviendas.

En la reciente reunión que Lar mantuvo el pasado 28 de mayo con el concejal de Urbanismo, Antón Louro, se sondeó la posibilidad de que el Concello se hiciese cargo definitivamente de la urbanización ejecutada en esos 100.000 metros cuadrados hace más de un año, si bien detrás de este propósito estaría la intención de agilizar la posible ejecución de dos proyectos residenciales para edificar unas viviendas que están pendientes desde hace una década y que la crisis del ladrillo ha frustrado hasta ahora. Además de Lar, se apuntaba que estaría implicada la firma Anida, la división inmobiliaria del BBVA.

Louro recordó a sus interlocutores que "aún faltan actuaciones" por completar en la urbanización, como ajardinar una parcela junto al estadio o derribar una nave en el Camiño Vello de Castela, además de concretar el uso de 1,3 millones comprometidos en el convenio urbanístico de 2003 para actuar en el entorno, Parte de esos fondos se utilizaron ya en la instalación de riego automático y en obras derivadas del paso del AVE por el perímetro de los terrenos, pero habrá que comprobar el gasto real.

La urbanización de los terrenos de la antigua Tafisa comenzó a principios del verano de 2011, a cargo de la empresa Crespo, con un previsión inicial de siete meses, pero que se alargaron el triple. El presupuesto era de 4,8 millones de euros.