El primer anuncio hecho público por el Sergas suscitó el malestar de la mayor parte de las agrupaciones políticas de Marín. Tanto PSOE, como BNG, Mar-In y Colectivo Nacionalista emitieron comunicados en contra de la derivación de los pacientes marinenses a Povisa. En el caso del Partido Socialista, se anunció la solicitud de una junta de portavoces urgente, "donde analizar las implicaciones de esta decisión del Gobierno autonómico y las medidas que como Concello debemos adoptar para oponernos a cualquier modificación en este tema".

También el BNG tenía previsto exigir explicaciones al gobierno local sobre esta cuestión, ya que al igual que los restantes grupos de la oposición solo tenían conocimiento del asunto a través de FARO. La portavoz nacionalista, Pilar Blanco, advirtió que si el Sergas seguía adelante con esta decisión, recibiría "una contestación social contundente".

Marinenses Independentes (Mar-In) elaboró una moción de urgencia al pleno, en la que se proponía dirigirse a la Xunta para exigir que Marín siga formando parte del área sanitaria norte de la provincia, además de exigir al Sergas que su población mantenga la atención especializada en el CHOP.

Otras agrupaciones políticas que no cuentan con representación en la corporación municipal, como Colectivo Nacionalista de Marín también se posicionaron en contra de esta medida, así como colectivo vecinales del municipio, como la Federación de Asociaciones Vecinales Ría de Marín, que a través de su portavoz Antonio Conde rechazó el traslado de los pacientes con patologías comunes al hospital Povisa y demandó que los marinenses sigan recibiendo atención en el Complejo Hospitalario de Pontevedra, excepto para especialidades concretas.