Un total de 61 propietarios de inmuebles en el casco viejo tienen en el aire sus planes de recuperación de sus inmuebles ante la ausencia de las ayudas oficiales vinculadas al Área de Rehabilitación Integral (ARI) de este recinto, que fue oficialmente aprobada por la Xunta hace casi dos años, en octubre de 2012, pero sin desarrollarse desde entonces. El teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Antón Louro, alertó ayer de esta situación, que pone en peligro la recuperación de parte del patrimonio arquitectónico de la zona monumental.

La Oficina de Rehabilitación del Concello recibió desde 2012 numerosas consultas de los propietarios, por lo que se optó por crear una lista de espera para disponer de todos los datos en el momento en que el ARI esté operativo. De los 30 propietarios anotados a principios de 2013, se pasó a un total de 60 en estos momentos. La mayor parte de los propietarios están interesados en obras integrales de rehabilitación, cambio de cubiertas o reparaciones de fachadas. También hay un grupo que pretende mejorar condiciones de habitabilidad, corrigiendo barreras arquitectónicas o sustituyendo instalaciones eléctricas, de fontanería o de calefacción.

Louro considera "paradójico" que el ARI este formalmente aprobado "pero no están asignar los recursos económicos necesarios del Estado y de la Xunta que hagan posible las subvenciones a los proyectos de rehabilitación". Recuerda que en abril de 2013 se aprobó el Plan Estatal de Vivienda pero "sigue pendiente, sin explicación oficial alguna, la firma del convenio entre el Ministerio de Fomento y la Xunta para determinar los fondos asignados y, por tanto, los importes finales que percibirán los propietarios".

El edil explica que en febrero se aprobó un decreto "que determina los aspectos básicos de los programas autonómicos de rehabilitación de viviendas y se dan directrices para el desarrollo del Plan Estatal de Fomento en el alquiler de viviendas, la rehabilitación edificatoria y la regeneración y renovación urbanas 2013-2016, en Galicia, pero este texto tan sólo hace posible la continuidad de los ARI ya declarados, introduce la posibilidad de ayudas a la rehabilitación rural y determina que los distintos programas se regirán por órdenes del Instituto Galego de la Vivenda e Solo. Ninguna de estas órdenes ha sido publicada".

Una vez resueltos todos estos aspectos, el Concello tendrá que aprobar la ordenanza reguladora y la convocatoria pública de las subvenciones de la ARI del centro histórico. "Estamos perdiendo mucho tiempo, da la sensación de que no hay la liquidez necesaria para poner en marcha los programas de rehabilitación, y todos sabemos que para que estos programas sean realmente efectivos es necesario que el importe de las subvenciones sea significativo", insiste Louro.

Temor municipal

El teniente de alcalde teme que "ante esta falta de noticias" este año no llegue ayuda alguna a los proyectos privados pendientes en el recinto pese al interés de los propietarios de "impulsar obras integrales, así como reparaciones de cubiertas y fachadas para que la ARI tenga un impacto significativo en el parque inmobiliario del casco histórico". Según la memoria del proyecto de ARI del Casco histórico que el Ayuntamiento presentó ya en 2010 delante de la Xunta de Galicia, existen un total de 1.528 viviendas en este entorno.