Los trabajadores de la fábrica de Ence llamarán a todas las puertas (conselleiros, presidente de la Xunta, alcalde de Pontevedra, presidente de la Diputación, partidos políticos) con un mismo objetivo: que las instituciones se sumen "de manera activa" a su demanda de mantenimiento del empleo en Pontevedra. Para ello les plantearán que "presionen" a la dirección de la compañía con el objeto de hacerle ver que la no destrucción de puestos de trabajo es un "buen argumento" para la aspiración compartida de permanencia en Lourizán. Dicha posibilidad está más cerca que nunca con la entrada en vigor de la nueva Ley de Costas, tal como reconoce el propio presidente del grupo, Juan Luis Arregui, ya que posibilita prórrogas de hasta 75 años para las concesiones estatales en el litoral.

El comité ha decidido poner en marcha una ofensiva político- institucional cuyo primer paso es la solicitud de una cascada de entrevistas -ya se están cursando- con los conselleiros de Economía e Industria, Francisco Conde, y de Traballo, Beatriz Mato, así como con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; con el alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores y el presidente de la Diputación Provincial, Rafael Louzán. Un periplo en el que incluyen también al PSOE y el BNG, formaciones cuyo posicionamiento contrario a la continuidad de Ence en su actual ubicación es conocido pero con cuyos responsables locales quieren hablar "no del futuro, sino del presente", según explicaba ayer el presidente del comité de la fábrica de Lourizán, Suso Graña.

En este ámbito, el de los partidos políticos, tienen una primera experiencia "positiva" y es el respaldo brindado por el portavoz municipal y aspirante a la presidencia local del PP, Jacobo Moreira, que no solo se puso abiertamente de su lado para reclamar que no haya despidos en la planta de celulosas sino que hizo una advertencia a Ence: que de concretarse las rescisiones laborales incluidas en el ERE que se está negociando, 39 de ellas en Pontevedra, el grupo que lidera Juan Luis Arregui estaría tumbando "el único aval social" con el que cuenta para la permanencia en la ría más allá del 2018 y que no es otro que la generación de empleo y riqueza en y para Pontevedra y su comarca.

Los empleados de la fábrica de Lourizán no descartan una segunda ofensiva para captar apoyos a la continuidad de al menos sus puestos de trabajo y de la propia factoría entre colectivos sociales y ciudadanos.

El giro dado por el discurso oficial del PP en las últimas semanas y las matizaciones sobre la permanencia de Ence en Lourizán introducidas por Louzán o el propio Núñez Feijóo hace albergar esperanzas a la plantilla de celulosas de tener un futuro laboral más amplio en el tiempo por lo que ahora centran su lucha en que además mantenga su volumen y con perspectivas de ampliación.

Recta final

Mientras tanto hoy finaliza en Madrid una ronda negociadora sobre la reestructuración de plantilla que pretende llevar a cabo Ence Energía y Celulosa con la que quiere reducir la nómina del grupo -hasta ahora sin variación desde la propuesta inicial- en 144 trabajadores. Un planteamiento que los comités de las fabricas de Pontevedra, Navia (Asturias) y Huelva rechazan de plano, máxime cuando los resultados económicos del primer trimestre del año no reflejan las pérdidas auguradas por la empresa para el 2013. De hecho han obtenido un beneficio neto de 13,1 millones de euros, el doble que en el mismo período del año anterior, según recuerdan los trabajadores.

Tras dos días de reuniones (lunes y martes) en las que los responsables de Recursos Humanos y asesores de Ence entregaron a los representantes de los trabajadores documentación técnica, informes económicos y organizativos, que avalarían la reducción de plantilla y puso sobre la mesa los argumentos que le llevan a tomar la decisión, hoy se reunirá en solitario la parte social para analizar la situación y consensuar una respuesta o en su defecto un calendario de actuación.

El inicio de la ofensiva político-institucional para recabar apoyos para el mantenimiento del empleo y la recta final de la negociación de un expediente de regulación de empleo coincide en el tiempo con la ya tradicional campaña contra la permanencia de Ence en Lourizán con la que la Asociación pola Defensa da Ría (APDR) calienta motores cara su Marcha anual contra Celulosas que en esta ocasión se celebrará el próximo 1 de junio.