"No encontraba trabajo de diseñadora gráfica y lo que me ofrecían no me daba ni para vivir, así que opté por irme fuera y, al menos, aprender inglés", confiesa Diana Mendoza, licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y experta en creatividad y diseño gráfico que reside en Londres desde hace más de un año.

La joven pontevedresa recuerda que pronto encontró trabajo como diseñadora gráfica freelance en la capital inglesa, algo que espera que "le abra puertas en el futuro y me permita conseguir algo mejor".

Mendoza lamenta que a los jóvenes de su generación "de nada les sirva estar muy preparados, ya que en nuestro país tienen que trabajar como becarios hasta los 30 años o más, cobrando además un sueldo con el que apenas pueden subsistir".

"Cada vez que leo un periódico o me informo de lo que está sucediendo en España me entran ganas de no volver", lamenta Mendoza, quien señala al Gobierno y a las empresas como los principales responsables de la situación que atraviesan los jóvenes que se ven obligados a emigrar. "Me gustaría regresar, pero solo lo haría con trabajo a la vista", sentencia la pontevedresa.