"Si hoy apareciese la Pedra Pinela los problemas entre los Concellos de Pontevedra y Poio desaparecerían, ya que esa piedra fue (...) desde 1820 punto de referencia de las divisiones administrativas entre ambos". Así de rotundo se pronunciaba en 1986 el historiador Xosé Fortes Bouzán para destacar la importancia que en estos momentos tendría la localización de ese mítico mojón a la hora de aclarar la frontera entre estos dos municipios. Y el historiador incluía este comentario en un libro para conmemorar en aquel año el centenario del Puerto de Marín, un dato que no deja de ser llamativo si se tiene en cuenta que el Instituto Geográfico Nacional también utilizó en 2001 esa Piedra Pinela para definir el posible deslinde entre Pontevedra y Marín, otro de los conflictos de límites abiertos en la actualidad.

Por tanto, esa Piedra Pinela se ha convertido en la clave de este embrollo, pero el problema es que nadie sabe a ciencia cierta donde está y así se pone de manifiesto en el actual debate sobre la frontera entre la capital y Poio, que debe aclararse en una reunión a dos bandas el próximo día 21. El Concello pontevedrés celebró ayer una reunión de su propia comisión de deslinde, con la presencia, entre otros, de los concejales Vicente García Legísima, Anxos Riveiro, Ricardo Aguilar y Antón Louro. La intención era argumentar que los límites de 1938, más favorables a la capital, son los legales, pero para ello se requiere de una documentación de la que no se dispone, según admite Legísima. Y no habría mejor base que el mítico mojón. La prueba de que nadie sabe donde está es que Poio lo sitúa en las inmediaciones del puente das Correntes, aunque en ese municipio hay una zona con ese nombre aguas afuera, la capital lo acerca a A Barca, hay testimonios que lo ubican bajo el puente, y en artículos de historiadores como el expárroco de Campañó Antonio Rodríguez Fraiz o el polígrafo José Filgueira Valverde se habla de que está "en medio de la ría de Pontevedra". "Puede que el poeta precursor Xoán Manuel Pintos la viera. Ahora ya no existe y si existe está anegada por las aguas del mar", afirma Rodríguez Fraiz. estos viejos artículos añaden que "en los últimos meses de 1988, con motivo de una nueva y más amplia carretera por la orilla del Lérez (la actual avenida del Uruguay) cortaron el puente de A Barca y al trabajar en la cimentación para los nuevos arcos y rebajar el terreno, a la izquierda del río se descubrió un amplio outeiro de unos tres metros de alto sobre las aguas" que antes de los rellenos se ubicaría "en medio" del río. Se añade que fue dinamitada pero de tratarse de la "tantas veces nombrada Pedra Pinela", sería el "Marco de Coto, que dividió las tierras episcopales pontevedresas, las de los monasterios de Poio y Lérez y las parroquias de Campañó, Santa María de Pontevedra, San Salvador y San Xoán de Poio". Si fuera ese el mítico mojón, ahora ya ha "desaparecido definitivamente mordido de forma impía por los acerados dientes de los artefactos modernos".

Posible aplazamiento

A la vista de las dudas sobre el límite entre ambos concellos (por el río Rons según el acta de 1889 o por la vieja vía del tren según el deslinde de 1938), la comisión reunida ayer en Pontevedra finalizó sin más acuerdo que "recabar más documentación" e incluso se pidió la intervención del topógrafo municipal. Además, se ha comprobado que el número de personas afectadas por una posible modificación de la frontera es más alto del previsto inicialmente, ya que además de la zona de O Vao hay que notificar a numerosos vecinos de Campañó, lo que podría elevar el número de implicados, solo en Pontevedra a "más de 300", según admitieron ayer fuentes municipales.

Tanto aquellas dudas como estas notificaciones parecen complicar aún más el proceso de acuerdo con Poio, por lo que ayer ya se apuntó la posibilidad de aplazar la reunión a dos bandas, prevista inicialmente para el día 21 en el Casal de Ferreirós, cita a la que acudirían los dos concellos y todos los notificados que lo deseen.