Se enteró "hace solo unos días, creo que la semana pasada", de que sería el nuevo director de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, un cargo del que tomó posesión ayer y que el ex alcalde de Pontevedra recibe "encantado, muy agradecido de que la ministra pensase en mi, en este caso pienso que la profesión me acompaña, que es un cargo muy bonito para un marino pero también soy consciente de que es un empeño difícil y muy importante, aunque sin duda profesionalmente muy apetecible". Juan Luis Pedrosa fue nombrado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, a propuesta del consejo de administración de la sociedad y tomó posesión ayer.

—Se ha referido a la dificultad del cargo ¿qué retos se plantea al frente de Salvamento Marítimo?

—La sociedad es un ente público empresarial que tiene del orden de 1.300 personas, disponemos de algo así como 55 embarcaciones de intervención rápida, cuatro patrulleras, 14 remolcadores, muchos centros de coordinación con esas torres que se ven en los puertos, once helicópteros, tenemos también cinco aviones y todo esto dedicado al salvamento marítimo y a la prevención de la contaminación de los mares. Es complejo, son muchos los barcos que operan en las costas españolas, muchos los barcos que atraviesan la zona del Estrecho, una gran zona de tráfico.

—¿A su departamento le afectarán los recortes?

—Si, en la época en la que estamos absolutamente a todo el mundo nos afectarán los recortes, nosotros tendremos que intentar economizar todo lo posible en los sitios en los que se puedan, optimizar todo el personal que tenemos, los buques que tenemos etc y continuar lo mejor posible, pero en este escenario no se salva nadie, Salvamento Marítimo tampoco, de los recortes que tenemos que realizar.

—¿Son el Estrecho y las costas del Noroeste las que registran los principales problemas?

—Desgraciadamente son zonas de tráfico y en nuestro trabajo por supuesto lo más importante son las vidas humanas, en esas dos zonas que apunta es donde más tráfico de barcos hay, pero a mayores están todas las costas españolas con incidentes de todo tipo, desde una persona que se cae al agua hasta un barco pequeño o lo que sucedió el otro día en el Estrecho con esos dos barcos.

—¿De experiencias dramáticas aprendemos o un caso como el del Prestige se repetiría hoy?

—Sería mucho aventurarse el decir que un caso así como el Prestige no volverá a pasar, pero lo que si es cierto es que se va aprendiendo, cada vez estamos más preparados, cada vez conocemos mejor el elemento y podemos actuar con más eficacia, además disponemos actualmente de más medios. Todo ello ayuda, pero un siniestro de esas características no se puede prever.

—¿Qué reflexión hace de un accidente como el del crucero Costa Concordia en el litoral italiano?

—Es muy difícil evaluar, en realidad vemos lo que está pasando en la televisión, nos faltan muchos datos para poder analizar donde está el fallo, si éste se produjo en algún momento en concreto o incluso podría tratarse de una concatenación de fallos seguidos, pero lo cierto es que ha sido un contingencia importantísima, iban 4.000 pasajeros, la mayoría se salvaron pero estamos hablando de decenas de desaparecidos, luchamos para que no pasen y esperamos que no pasen estas cosas, pero como vemos pasan.