Comisiones Obreras de Pontevedra y de Arousa se desmarcan del preacuerdo de pensiones alcanzado por la dirección confederal del sindicato al entender que es "innecesario" y lesivo para los derechos de los trabajadores y que pone en bandeja a la banca un "pastel" muy apetecido al abocar a planes de pensiones privados a los trabajadores que quieran disfrutar de una jubilación de calidad.

Los secretarios generales de ambas uniones comarcales, José Luis García Pedrosa (Pontevedra) y Fernando ramos (Arousa), expusieron públicamente el desacuerdo con el proceder de CC OO después de haberlo hecho en una reunión interna celebrada en Santiago, a la que asistían los responsables de todas las uniones comarcales y federaciones gallegas para decidir el voto de Galicia en el Consejo Confederal de Comisiones que se celebra hoy y que será de apoyo al preacuerdo.

José Luis García Pedrosa y Fernando Ramos defendían ayer su derecho a discrepar y se declaraban convencidos de que esta posición disidente no acarreará mayores consecuencias. "Esto es una organización democrática y por tanto no tiene porque haber consecuencias por opinar distinto" señalaba el secretario comarcal de Pontevedra antes de recalcar que "no somos los únicos en estar en desacuerdo con la reforma".

Una tercera unión comarcal expresó en la reunión de Santiago su discrepancia, indicó García Pedrosa quien no quiso desvelar cuál era "ya que es una decisión suya si quiere o no trasladarla a la opinión pública".

Por su parte el secretario comarcal de Arousa recordaba que "también nosotros somos CC OO" y si en su momento las dos uniones comarcales apoyaron reformas anteriores del sistema público de pensiones (de los años 1996, 2001 y 2004), en estos momentos consideran que la balanza se desequilibra en perjuicio de los trabajadores. Fernando Ramos considera que "aún hay capacidad real para pelear" pues todavía queda por delante una tramitación parlamentaria.

En este margen de maniobra, las dos uniones comarcales no descartan la convocatoria de movilizaciones. De hecho, señalaron, "algunos pensamos que en enero iba a haber una huelga general".

García Pedrosa sostiene que la actual reforma de las pensiones "responde a las presiones que recibe el Gobierno de la Unión Europea y de los mercados financieros" y acarrea más perjuicios que ventajas a los trabajadores. Considera "innecesario" el retraso de la edad de jubilación – "somos el país de la UIE con la edad real de jubilación más alta: 63 años"– y advierte que la mayoría de los trabajadores verán reducida su pensión al elevarse el período de cómputo de 15 a 25 años.