Recogida puerta a puerta, recogida volante (mediante colocación y retirada provisional de los colectores varias veces al día), recogida con bolsa o combinaciones... De las distintas posibilidades para el centro histórico, el concello, los vecinos y comerciantes han pactado implantar una reducción de la flota de contenedores.

Se trata de un ensayo para evaluar el rendimiento del servicio con un 40% menos de contenedores instalados a pie de calle, ya que se entiende que la presencia de estos colectores plantea un problema estético en el epicentro turístico y de ocio de la ciudad. Así, se retirarán 20 de los aproximadamente 50 depósitos ubicados en el centro histórico.

Los contenedores serán trasladados a las calles situadas en el perímetro del entorno monumental (caso de Arzobispo Malvar, Cobián Roffignac o el entorno del Mercado de Abastos) en una fórmula que apuesta por optimizar el servicio y abaratar costes.

Dado el previsible incremento de basuras en las calles de la periferia del centro histórico, en estos enclaves se instalarán más contenedores para facilitar el depósito. En todo caso serán los técnicos de la empresa concesionaria del servicio, Cespa, los que evaluarán las necesidades en diferentes calles y realizarán a partir de ahora propuestas para la reubicación de contenedores.

Los ensayos empezarán después de la fiesta de Reyes. Habrá primero una retirada paulatina de algunos contenedores situados en puntos estratégicos y que suponen un mayor impacto estético, si bien el traslado se hará mayoritariamente tras las fiestas.

Son algunos de los datos que avanzó ayer el concejal responsable del área de Medio Ambiente Urbano, Raimundo González Carballo, tras la reunión mantenida con los representantes vecinales y de los comerciantes.

En el encuentro participaron las asociaciones vecinales "Santa María", "San Bartolomé" y "Cidade Vella", así como el Centro Comercial Urbano Zona Monumental, que representa a un centenar de establecimientos que abren sus puertas a pie de calle, así como a profesionales con despacho en el centro histórico. "Houbo unha ampla representación e recoñecemos a nosa sorpresa pola sensatez dos veciños e comerciantes: foise falando das ventaxas, inconvintes e custes de cada proposta", indicó el concejal de Medio Ambiente Urbano.

Finalmente, acordaron descartar propuestas como el soterrado (dados los graves problemas con los lixiviados), el "disimulo" de los contenedores mediante plantas, la recogida a partir del "cubo-express" (cada comunidad cuenta con su propio contenedor, que planteaba problemas para guardar los colectores en muchos portales) o el sistema de contenedores volantes.

Este último no se descarta aunque se tiene en cuenta que "a maior parte do día o centro histórico estaría sin contenedores" ya que éstos se instalan y retiran sólo en una franja horaria concreta.

Se piensa a mayores en el incremento del coste con la recogida volante: aproximadamente 2.000 euros por contenedor y año ya que supone más camiones y 2 peones que coloquen y retiren los colectores.

El concello y las asociaciones volverán a reunirse en el plazo aproximado de dos meses para evaluar el rendimiento del nuevo sistema.

Raimundo González Carballo recordó que "queremos ter un centro histórico atractivo pero tamén funcional, conta cunha hostelería importante, comercio e veciños e débense combinar os intereses de todos, para eso ten que haber consenso e agora sí o temos".