El Ministerio de Fomento ya tiene decidida la solución para cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que confirma la ilegalidad de los pasos a nivel del tren a Marín por la plaza de Placeres y ordena su eliminación. Se apuesta por crear un "un paso inferior de gálibo reducido para turismos y peatones en la calle Arenal y un segundo paso (también bajo las vías) para todo tipo de vehículos en la calle de la Playa". Esta solución supone desestimar la propuesta efectuada por los propios técnicos del ministerio, consistente en el "soterramiento completo de la traza del ferrocarril a su paso por la plaza de Placeres". La decisión de abandonar esta alternativa responde a las serias advertencias lanzadas por la Autoridad Portuaria, que rechaza de plano esa opción al entender que el tiempo de duración de las obras y el resultado posterior haría "inviable económicamente" el tren a Marín, que mueve en la actualidad entre 250.000 y 300.000 toneladas al año, el 14% del total del Puerto. Para empezar, alerta de que la ejecución de las obras de soterramiento "dejaría al recinto portuario más de un año sin servicio ferroviario, con lo que ello supondría para las empresas y personal dedicado a este servicio", hasta el punto de que se correría el riesgo de "la posible pérdida de tráficos o su desvío a otros puertos".

Como segunda gran argumento para apostar por los pasos subterráneos para los coches, la Autoridad Portuaria señala que un túnel para el tren, son sus entradas y salidas y las suaves pendientes que requiere, ocuparía buena parte de la superficie destinada ahora a carga y descarga de vagones, lo que impediría montar convoyes de gran longitud, por lo que "sería un sinsentido reducir las ya ajustadas longitudes de vía existentes en el Puerto". Así, se recalca que "con menores longitudes útiles se incrementarías las operaciones de maniobra, se requerirían nuevas vías de operaciones, de difícil encaje, lo que redundaría en incrementos de personal, tiempos y costes en operaciones cuya rentabilidad harían inviable este medio de transporte frente al transporte por carretera".

Un informe aportado por Fomento al tribunal que se encarga de controlar el cumplimiento de la sentencia (y que ordenó ser consultado antes de acometer cualquier obra en Placeres) señala que "no hay ninguna alternativa, tanto económica como socialmente que sea claramente la más favorable y no lleve consigo unos graves inconvenientes, dado que existen múltiples condicionantes físicos y legales". Aún así, la Dirección General de Ferrocarriles optó por el soterramiento de las vías en Placeres, pero cambió de opinión a raíz de las objeciones del Puerto: "A la vista de las problemática planteada por Puertos del Estado y por la Autoridad Portuaria y dado que la alternativa (de los pasos subterráneos) da cumplimiento a la sentencia, desde la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias no se plantean inconvenientes al cambio de solución, informándose a esa Sala (del Tribunal Superior de Justicia de Madrid) que se ponen en marcha las actuaciones para su desarrollo).