El Año Xacobeo se está notando en el número de peregrinos que llegan a Pontevedra. Los albergues llevan un año de máxima actividad que ha llegado a su punto álgido durante los meses de verano. Según apunta el presidente de la Fundación Camiño de Santiago, Celestino Lores, en lo que va de año han pasado por Pontevedra cerca de 15.000 peregrinos. El récord se batió durante los primeros días del mes de agosto cuando los albergues y pabellones de Pontevedra acogieron a más de 1.000 personas cada día.

Durante lo que va de Xacobeo los responsables de la Fundación Camiño de Santiago han notado como el número de caminantes hacia Compostela que escogen los hoteles para pasar la noche se ha incrementado. "Empeza a haber xente que vai aos hoteis", afirma Lores, "antes parecía que se non durmías en albergues non se facía ben a peregrinación".

El perfil de los mochileros que se dirigen hacia Santiago también ha cambiado. Celestino Lores cuenta que hace pocos años la mayoría de los peregrinos que pasaban por Pontevedra eran hombres mayores de 50 años, perfil que poco tiene que ver con el peregrino de hoy en día, hombres y mujeres que rondan los 30 años y hacen el viaje solos o en grupo.

Otro fenómeno que el Año Santo ha traido consigo es la internacionalización del Camino Portugués. Los albergues de la ciudad del Lérez han acogido en los últimos meses a peregrinos procedentes de países cercanos como Portugal, Francia, Italia o Alemania pero también a personas procedentes de lugares como Canadá, Estados Unidos o Australia. Los aventureros asiáticos también se han visto atraidos por el encanto de la ruta y se han podido ver caminando hacia Santiago a varios grupos procedentes de países tan remotos como Corea o Japón.

La importancia del Camino como escaparate turístico de la ciudad es el valor más destacado por los hosteleros y comerciantes. Celestino Lores señala que los caminantes se dejan tras su paso por la ciudad una media de 15 euros por cabeza pero apunta que lo más importante del paso de los peregrinos por Pontevedra es la imagen que se llevan de ella. "Non queremos a masificación, o que esperamos é que a xente que pase pola cidade disfrute dela. O feito de que pasen por aquí persoas de todo o mundo é moi importante a nivel promocional".

Aunque lejos de las cifras del Camino Francés, el recorrido que une Galicia y Portugal se ha consolidado este Año Santo como la alternativa más fuerte a la ruta clásica. Las previsiones más optimistas señalan que de aquí a final de año unos 30.000 peregrinos pasarán por Pontevedra lo cual, según calculos de la Fundación Amigos do Camiño, supondría unos ingresos directos de cerca de 500.000 euros.