Parte del campus universitario, un tramo de la orilla fluvial de A Xunqueira, todo el sendero peatonal que discurría por la orilla derecha del Lérez y, sobre todo, la ladera que baja desde esta parroquia hacia el río han sido "invadidos" por la maquinaria del AVE. Las vistas desde el Monasterio de San Benito son muy distintas desde hace unos días. Grandes rampas para el acceso de los camiones, barreras anticontaminación en el río, muros de contención y casetas de obra han ocupado y transformado por completo el paisaje. Todo sea por la modernidad.

Después de meses de búsqueda de un acceso para abrir la boca sur del futuro túnel de Lérez, se optó por llevar las maquinas por la orilla del río y el resultado salta a la vista. Con estos trabajos las obras del AVE afrontan su fase más compleja y delicada: el tramo de vías de unos 600 metros que discurre desde las inmediaciones de la playa fluvial hasta la calle Médico Ballina, un trecho que incluye el nuevo puente sobre el río y un túnel de 430 metros bajo la parroquia de Lérez. Aunque la ejecución de ambas infraestructuras ya comenzó hace varias semanas, el Ministerio de Fomento afronta ahora su fase decisiva.

A pleno ritmo

Aunque las obras del Eje Atlántico significan cambios profundos y no pocas molestias y daños allá por donde pasa, su llegada a pleno ritmo a las orillas del río causan un notable impacto visual. Las empresas adjudicatarias (Sacyr, Neopul y Cavosa) aceleran al máximo el tendido del viaducto y la excavación del túnel, un paso subterráneo cuya apertura comenzó hace semanas en la boca norte, en las inmediaciones de la calle Médico Ballina y la avenida de Compostela. Aunque estos trabajos ya generan en la actualidad molestias, la excavación, que se realizará mediante voladuras, afectará especialmente a las viviendas situadas entre A Porta do Sol y el Monasterio de San Benito. Al respecto, los vecinos ya mostraron en su día su preocupación por los efectos de estas obras.

Pero no sólo el AVE remodela el aspecto de los Salones del Lérez. Otro puente, el que ejecuta la Diputación en la entrada de Monte Porreiro también supondrá una notable transformación de ese espacio natural.

En el Verdugo también

Mientras el río Lérez, que deberá "soportar" la construcción de dos puentes en Monte Porreiro, comienza a "sufrir" los efectos de las obras del AVE otro río del municipio, el Verdugo en Pontesampaio, ya acumula una larga "experiencia" hasta el punto de que el viaducto en ese lugar ya es visible en buena parte de su estructura. Curiosamente, muestra una imagen muy similar a su "hermano", el viejo puente de hierro por el que pasa el tren desde hace décadas. Dos prolongados rellenos, uno desde cada orilla, estrechan la desembocadura del río hacia la ría de Vigo. El nuevo viaducto roza ya la mitad de su ejecución desde Arcade.