Pontevedra y su comarca vivieron ayer una accidentada jornada en la que se registraron, al menos, ocho siniestros de circulación, la mayoría de ellos en la capital. El suceso más grave se produjo poco antes de las seis de la tarde en la carretera de Ponte Caldelas, muy cerca de la rotonda de A Ermida, en la parroquia de Marcón. Una colisión múltiple, con tres coches implicados, originó dos heridos. Según fuentes sanitarias, una de ellos presentaba cierta gravedad, aunque la Guardia Civil de Tráfico no aportó ningún dato al respecto.

Una furgoneta y dos turismos, uno de ellos con remolque, fueron la implicados en el siniestro y los vehículos ocuparon parcialmente la calzada.

Por su parte, el cruce de Montecelo fue escenario de al menos dos accidentes más, uno a las 11.00 horas y otro pasadas las ocho y media de la tarde. En el primer caso un motorista sufrió una caída en la rotonda de la avenida de Lugo. Por la tarde, cuando cayeron fuertes aguaceros en la ciudad, se complicó la circulación, lo que puede situarse en el origen de esta siniestralidad, ya que desde las ocho de la tarde se produjeron al menos cuatro casos, uno de ellos en la carretera de Vilagarcía. En el segundo siniestro del cruce de Montecelo, la Policía Local colaboró con la Guardia Civil de Tráfico.

Antes, por la mañana, se había producido otro accidente en la PO-531. Aunque Tráfico no aportó ninguna información, el 112 de Emergencias sí indicó que se solicitó la presencia de las brigadas de mantenimiento ya que parte del quitamiedos había desaparecido. También se recibió la alerta de una colisión, a las 13.00 en Caldas de Reis, sin heridos, mientras que pasadas las 22.00 horas se registraba un accidente más en Poio.

Precisamente en este último municipio, la lluvia obligó a la agrupación de Protección Civil a intervenir para atender el desbordamiento de unas tapas de alcantarilla. Desde el servicio aclararon que el incidente se resolvió con rapidez.