Un incendio forestal que se declaró poco antes de las dos de la tarde de ayer mantuvo con el alma en vilo a varias familias de Fragamoreira que vieron como el fuego se acercaba peligrosamente a sus casas. Varios vecinos de la zona aseguraron que poco antes de detectar las llamas vieron como una persona huía a pie de la zona.

La superficie arrasada por el fuego, de aproximadamente unos 3.000 metros cuadrados, tenía zonas despobladas, y otras con masa forestal de eucalipto. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron un helicóptero, una cuadrilla de la Xunta, un camión de Bomberos, dos agentes forestales, así como efectivos de la agrupación de Protección Civil municipal y de la Policía Local. En la extinción se utilizaron también dos motobombas.

El fuego se controló en algo menos de una hora y aunque se inició a una distancia de 300 metros de un núcleo de casas se fue acercando, llegando a quedar a tan sólo unos metros de tres inmuebles. “En algunos casos tan sólo quedó en medio una carretera, que actuó como cortafuegos e impidió que las llamas siguieran avanzando hacia las casas”, explicaban varios testigos.

Algunos vecinos apuntaron la posibilidad que el incendio había sido provocado ya que habían visto a una persona huir a toda velocidad de la zona, sin embargo otros argumentaban que vieron a alguien quemando unas ramas en el monte y que pudo deberse a un descuido. Los efectivos desplazados hasta la zona explicaron ayer que desconocían si podía deberse a un incendio intencionado.

Este es el segundo fuego que se produce en el municipio en tan sólo unos días. Así, hace unas semanas un incendio devastó una superficie de unos 6.000 metros cuadrados en Monte Baldío, Raxó. También en aquel caso las llamas llegaron muy cerca de un núcleo de viviendas quedando tan sólo a unos 50 metros de distancia. El suceso se originó cuando un vecino, que se encontraba realizando una pequeña tala de árboles en el monte vertió parte de la gasolina de la motosierra al quedar la máquina trabada en la madera. El fuego prendió en el combustible y ayudado por el fuerte viento se propagó rápidamente por una zona arbolada de pinos y eucaliptos.