El Plan de Estradas presentado por la Xunta hace unas semanas encendió la primera luz de alarma en Pontevedra, ya que ese documento refleja el apoyo oficial de la Consellería de Política Territorial al ramal de la A-57 entre Vilaboa y Vigo (que serviría de alternativa libre de la peaje a la autopista) y a cuyo "agresivo trazado" se oponen los vecinos y todos los grupos del concello capitalino. Pero esta alarma se ha agravado al máximo al conocer las conclusiones del plan "Vigo Integra, un segundo documento sectorial de la Xunta que diseña la red viaria futura de la ciudad olívica, y que incurre en "errores graves" como mantener en el nudo de O Pino el origen de la futura circunvalación de la ciudad.

Mientras que esta referencia a O Pino se considera desde Pontevedra como un "error", toda vez que ese origen ha sido oficialmente descartado por Fomento, en cambio, se muestra mucho más preocupación por el hecho de que ese plan sectorial apueste claramente por el ramal de la A-57 entre Vilaboa y Vigo y que cuenta con el rechazo expreso del concello capitalino y de los afectados de Pontesampaio, Redondela y Soutomaior.

Alegaciones municipales

El concejal de Infraestructuras, César Mosquera, anunció ayer que el concello pontevedrés formulará alegaciones contra el "Vigo Integra tanto por esas dos cuestiones como por el hecho de que se excluyó a Pontevedra de la relación de concellos implicados, pese a que "estamos directamente afectados por estas conclusiones". De hecho, desde el sector nacionalista del gobierno local no se considera "casual" esta exclusión (la documentación expuesta se obtuvo a través de otro concello) y se hace referencia a las "presiones que desde el Sur de la provincia" se estaría ejerciendo ante el Ministerio de Fomento para que variara el proyecto de trazado de la A-57, una autovía aprobada hace meses para enlazar de forma directa Pontevedra con la A-52 en O Confurco. "Estas presiones están arreciando", asegura Mosquera, con el objetivo de anular la A-57 y reemplazarla por su ramal de conexión con Vigo, una segunda autovía que serviría de alternativa a la AP-9 pero que no conectaría a Pontevedra con la autovía de la Meseta.

Retraso de las obras

Además, de cumplirse este temor, la ejecución de las obras podría demorarse aún varios años, ya que la A-57 ya se encuentra en proceso de diseño constructivo, mientras que el polémico ramal todavía está en fase de estudio informativo. El último acuerdo concreto de Fomento sobre la A-57 se hizo público en marzo pasado, cuando se licitó la redacción del tramo Pazos de Borbén-Soutomaior, pero desde entonces no han vuelto a encargarse más tramos.

El estudio informativo del ramal cuenta con una quincena de alternativas y tanto el ministerio como la Xunta apuestan por un trazado que discurriría desde Vilaboa hasta Peinador, planteando así dos autovías sensiblemente paralelas, una interior y otra por la costa. La que defienden Pontevedra y los vecinos es la interior, pero las "presiones" apuntan a anularla y ejecutar la de la costa.

En diversas ocasiones la Consellería de Política Territorial ha negado que esas sean sus intenciones, pero los documentos oficiales elaborados por este departamento han contribuido a acrecentar la alarma en Pontevedra.