La falta de entendimiento entre los vecinos de Vilalonga y la delegada de Política Territorial en Pontevedra, patente tras la última reunión celebrada la pasada semana para debatir la reforma de la PO-504, se plasma ahora en una petición expresa de dimisión. La plataforma de afectados por las obras exige el cese de María Isabel Domínguez porque "cando unha persoa non serve, o que ten que facer é ir para á casa", afirmó el presidente del colectivo, Marcial Touriño.

Después de varios meses esperando a ser atendidos por la responsable provincial, ahora son los damnificados quienes rompen el diálogo con Domínguez. Prueba de ello es que la próxima reunión la han pedido directamente con el director xeral de Obras Públicas, Manuel Morato, al que hoy mismo remitirán la solicitud. "Queremos que nos dean unha explicación de por que se manteñen as rotondas proxectadas anteriormente e de por que non se van construir beirarrúas coma nun país civilizado", dijo Touriño. "Para facer a chapuza que teñen pensado facer non é necesario obrar na calzada", añadió.

El colectivo iniciará esta semana una ronda de contactos con una decena de asociaciones vecinales de Sanxenxo sensibles a su problema para celebrar una macroasamblea en la que se decidan posibles medidas de protesta. "Se queren ver xente, vana ver", amenazó el dirigente de la plataforma, que el pasado sábado declaró a FARO estar dispuesto a paralizar los trabajos si fuese preciso.