La oposición aprobó ayer en bloque una iniciativa de rechazo frontal a los "recortes" de la Xunta en la sanidad pública y, en particular, en el Centro Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). La decisión se adoptó en un extraordinario y pese al rechazo del grupo popular, que defendía las "buenas infraestructuras" sanitarias con que cuenta la ciudad y, sobre todo, la inversión de 45 millones en el nuevo hospital.
Se ofrecieron así dos visiones totalmente diferentes: por un lado la del gobierno municipal, defendiendo la política sanitaria de la Xunta, y por otro la de los grupos de la oposición, denunciando recortes y precariedad. En medio, la presidenta de la junta de personal del CHUO, Asunción Maus, que por cuestiones reglamentarias y de decisión final del alcalde, Jesús Vázquez, intervino después de la votación, en un turno de ruegos. Maus resumió la situación aludiendo a "un hospital sideral, pero sin servicios básicos", además de realizar un repaso por las "carencias existentes".
La presidenta de la junta de personal hizo un relato en primera persona, como trabajadora que es, que molestó al alcalde, que interrumpía su intervención pidiendo que se ciñese al ruego concreto, lo que llevó a la edil de OUeC Ledicia Piñeiro a mostrar su disconformidad,lo que llevó consigo que el regidor amenazase con dar por concluida una sesión extrarodinaria con un único punto en el orden del día.
Una iniciativa con peticiones concretas, como la de que el conselleiro de Sanidade y el presidente de la Xunta reciban a los representantes del personal del CHUO y que "escuchen el clamor ciudadano en defensa de la sanidad pública y digna para Ourense", con alusión a la manifestación que se llevó a cabo. Así como la búsqueda de un "consenso entre los agentes sociales y políticos" para evitar la aprobación de la reforma de la Lei de Saúde de Galicia y, por conisguiente, que "no se lleven a cabo los recortes previstos".
Otra de las cuestiones que forman parte del acuerdo aprobado ayer en el pleno, es la relativa a que se incremente la asignación en los presupuestos de la Xunta para "dar respuesta a la situación actual" en materia de infraestructuras y personal sanitario en la provincia.
Y en concreto el restablecimiento de la unidad de Cirugía Pediátrica, "condenada a desaparecer ya que en breve se jubila el único cirujano que queda", y la implementación de la unidad de hemodinámica en el CHUO. Así como la ausencia de "empleo estable", en alusión a que se pone en funcionamiento un nuevo hospital "sin servicios básico".
Recortes y calidad asistencial
Los portavoces de PSOE, Vázquez Barqero, y OUeC, Ledicia Piñeiro, exigieron al alcalde, Jesús Vázquez, un posicionamiento claro en favor de la sanidad pública, despues de acusarlo de "no hacer nada" ante las denuncias ciudadanas, y de "plegarse" a lo que dice la Xunta. También le reprocharon que se instale en la "negación del problema para no hacer absolutamente nada", y que consideran un "desprecio a los ourensanos".
Y aunque el portavoz de DO, Pérez Jácome, apoyó la iniciativa, advertía a Barquero: "Si el alcalde no hace nada en competencias propias, menos va hacer en las ajenas",. Recriminó a los otros dos grupos que si Jesús Vázquez sigue como regidor es por su culpa al no apoyar la moción de censura y cerró su intervención denunciando la "discriminación" que sufre Ourense, en este caso en materia sanitaria.
Por su parte, la portavoz popular, Sofía Godoy, acusó a los grupos de la oposición de "montar un teatro", y pasó a defender los "grandes logros" en infraestructuras sanitaria, así como "las que están por llegar", en alusión a nuevas obras en el CHUO. También acusó a PSOE y OUeC de "abusar de la política del miedo", así como de "falta de rigor y seriedad".
