Ourense puede presumir de contar con una generación de centenarios. En la provincia hay 296 vecinos que han traspasado la frontera de los 100 años, casi cuatro veces más de los había en 2001, solo 75. La última en incorporase al club de la longevidad ha sido Otilia Gómez, de Castrelo de Miño, que celebró ayer su 100 cumpleaños en la residencia de mayores Santa Marta, en Santa Cruz de Arrabaldo, y rodeada de toda su familia, e incluso algunos vecinos.

El fenómeno de la longevidad tiene nombre de mujer. Ellas son, según los datos del Instituto Galego de Estatística, 240 y ellos apenas 56. Una tendencia que no se ha corregido con el tiempo. Hace 16 años, solamente 16 hombres y un total de 59 mujeres llegaban ya a las tres cifras. Un número que ha aumentado notablemente en la última década y que podría tener entre sus causas, según los científicos, un estilo de vida con menos estrés o la propia dieta atlántica. Este tipo de alimentación, en la que el pescado, la fruta y la verdura tienen un gran protagonismo, es además, la mejor aliada contra la lucha de las enfermedades cardiovasculares, precisamente la principal causa de muerte entre los gallegos.

Por comarcas, es la de la capital donde vive un mayor número de estos centenarios, 55. Le siguen las Terras de Celanova en las que hay censados 43 vecinos de cien años o más, y cierra el podio de las comarcas más longevas de la provincia, O Carballiño, con 37.

El último fichaje del equipo de centenarios, Otilia, festejaba ayer su siglo de vida arropada por sus dos hijos, Manuel y José Luis, que viajaban con sus familias desde Barcelona para acompañarla en una ocasión tan especial. Otilia nacía en Castrelo de Miño el 17 de noviembre de 2017 y allí pasó la mayor parte de su vida, dedicándose a trabajar la tierra. Sus hijos emigraron muy jóvenes, siendo apenas adolescentes, a Cataluña, pero ella nunca ha querido dejar Ourense. "Antes venía a visitarnos de vez en cuando, pero últimamente ya ni eso", aseguraba su hijo Manuel, ayer durante la fiesta de cumpleaños que la preparó el personal de la residencia Santa Marta en la que vive desde hace seis años.

Otilia tiene dos hijos, seis nietos y un bisnieto, Marc. Se convirtió en bisabuela con 75 años, los mismos que ha cumplido este 2017 su hijo Manuel. Bisabuela, abuelo y nieta fueron, todos ellos, en padres a los 25.

Esta nueva centenaria se mostraba encantada de verlos allí a todos reunidos. "Estou moi contenta de que esté toda a miña familia aquí", le decía a Carolina Rodríguez, la educadora social del centro. Tampoco faltaron a la fiesta algunos de los vecinos de Castrelo, "es gente con la que ha convido toda la vida", explicaba su hijo mayor. Manuel confesaba que el cumpleaños de su madre era una fecha "muy emotiva" y reiteraba su agradecimiento a la residencia que ha sido la casa de Otilia desde 2011.

Además de la tarta y los regalos, en la fiesta no faltó la música. Las trabajadoras le cantaron el "Cumpleaños feliz" y Carolina Rodríguez consiguió que Otilia se animase a bailar un pasodoble en un corro que formó con las enfermeras y cuidadoras que la atienden a diario.

La educadora social obsequió a la familia con varias fotos de Otilia en actividades de la residencia. "Es una mujer de muy buen carácter y siempre se mantuvo activa", explicaba. Al menos hasta que la edad se lo ha permitido, desde el año pasado su deterioro cognitivo no le deja concentrarse en los talleres, pero todavía le permite pasear, su pasatiempo preferido.