La Sociedad Filatélica, Numismática y Vitofílica Miño ha dedicado sellos a 27 de las 44 parroquias que hay con el nombre del patrón de la diócesis, San Martiño. En esta edición corresponde a la fachada de la iglesia de San Martiño de Presqueiras (Baños de Molgas) y el cuño a la imagen del santo que puede apreciarse en una talla colocada en el altar mayor del templo.
La tirada de las primeras ediciones llegaba a los mil ejemplares, pero en la actualidad la hacen de 300. El presidente del colectivo, José Barros Cachaldora, confirma que la mayoría están agotados y explica que en los próximos quince años dedicarán sellos a las 17 parroquias restantes que tienen a San Martiño como patrón. En el momento que agoten las parroquias que llevan el nombre del patrón, la sociedad tendrá que tomar la determinación de clausurar esta colección de sellos o proseguirla con la iconografía que hay en los templos sobre el santo. Cachaldora explica que solo en la catedral de Ourense hay 30 imágenes diferentes de San Martiño.
La colección empezó con la edición de un sello con la fachada de la catedral de Ourense y con un cuño de la imagen de San Martiño. Posteriormente hicieron sellos de las fachadas de las iglesias dedicadas a San Martiño y cuños de las imágenes del santo, que aparece a caballo, partiendo su capa con un pobre, y como obispo.
Un total de 44 parroquias tomaron el nombre de San Martiño por ser el patrón de la diócesis -en la catedral de Ourense hay reliquias del santo- y por lo popular que se hizo entre la población, al aparecer en la iconografía repartiendo su capa con un pobre.
En la jornada de hoy, la Sociedad Filatélica, Numismática y Vitofílica Miño presenta a las ocho de la tarde otro sello sobre la imagen de la puerta norte de la Catedral de Ourense, que acaba de ser restaurada. Puede apreciarse el deterioro que ha sufrido, debido al desprendimiento de trozos de piedra que ha sufrido en los últimos años. La degradación se debe a que hace bastante tiempo le aplicaron cera, en un intento de evitar que sufriera ataques químicos, por la contaminación, y el resultado fue demoledor. La piedra "no podía respirar", según los técnicos, y con el paso del tiempo empezaron a desprenderse trozos de considerables dimensiones. Por lo tanto, la restauración consistió en retirar la cera que tenía la piedra, para su consolidación.
La Sociedad Filatélica, Numismática y Vitofílica Miño presenta mañana otro sello del Puente do Ribeiriño o Novísimo, que tiene un gran arco central, por lo que requirió importantes innovaciones para su construcción. Cachaldora intenta que venga a presentarlo el arquitecto que lo diseñó, con la aplicación de tirantes, para que el arco central fuera más grande.
