El primero de noviembre marca también en el calendario gastronómico de la provincia el inicio de la temporada de magostos. Unos festejos en los que la castaña, este año algo más escasa que de costumbre debido a la sequía que ha castigado los últimos meses a la provincia de Ourense, es la principal protagonista.

Unas celebraciones que comienzan, según marca la tradición, desde ayer y que llegarán a su punto álgido el día 11 con la celebración de San Martiño, festivo local en la capital.

Además, en el menú de ayer tampoco faltaban en las casas ourensanas los típicos dulces del puente festivo de Todos los Santos: los huesitos de santo, los huesos de San Expedito, los buñuelos de Adviento o de viento, los panellets, ni tampoco el pan de muerto, un postre de origen mexicano que ha conseguido hacerse un hueco también entre los manteles de la provincia.