Más de un centenar de personas han viajado desde Ourense a Roma para asistir a la canonización del beato de Xamirás (Celanova) Faustino Míguez. El obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, concelebra mañana una misa con el Papa Francisco, en el transcurso de la ceremonia. Entre la concurrencia, asisten cuatro biznietos del santo y sus hijos, desplazados desde Estados Unidos, Asturias, Nigrán y Celanova. La Real Banda de Gaitas de Ourense estrenará en la Plaza de San Pedro, a las 10.30 horas, la "Muiñeira do Papa Francisco" y la "Marcha Procesional de San Faustino Míguez".
Uno de los biznietos viajó a Roma con sus hijos desde Miami (Estados Unidos), otro desde Asturias, con sus hijos también, otro desde Nigrán, con sus hijos, y Pablo Montero Álvarez lo hizo desde Xamirás-Acevedo do Río (Celanova), mientras que sus dos hijos han volado hasta la capital italiana desde Nueva York y Pensilvania.
Pablo Montero Álvarez nació en la misma casa en la que vino al mundo Faustino Míguez, por lo tanto "para mí ha sido una referencia constante durante toda la vida". La familia hablaba de él "con gran veneración". Recuerdan con emoción las cartas que remitía a su hermano José y a las sobrinas, porque Faustino Míguez pasó la mayor parte de su vida lejos de Galicia, salvo las épocas que estuvo en el monasterio de Celanova y en Monforte de Lemos. "La última vez que estuvo aquí fue en 1915", destaca Pablo Montero. Reconoce que la canonización de Faustino Míguez es un gran acontecimiento para la diócesis de Ourense y "algo impresionante para la familia". En ese sentido, señala: "Incluso estoy nervioso, no duermo bien, porque es algo extraordinario". También participó en el acto de canonización, en el que apenas pudo contener las lágrimas.
La casa natal de Faustino Míguez quedó arrasada por el fuego en un incendio hace más de cien años. Posteriormente fue reformada, reaprovechando las paredes de piedra. Prescindieron de algunas dependencias, por lo que ahora es un poco más pequeña. La familia conserva algunos muebles de la época de la infancia de Faustimo Míguez y algún documento, pero "muy pocas cosas, porque él nació en 1831 y a los 16 años marchó de Xamirás. Vino alguna vez aquí, pero de visita".
Curiosamente, Pablo Montero también es familiar del poeta Celso Emilio Ferreiro. "El abuelo tuvo cuatro hijos: tres mujeres y un hombre. Una de ellas, llamada Obdulia, era la madre de Celso Emilio Ferreiro". Recuerda que Celso Emilio Ferreiro se desplazaba a Acevedo do Río con su burro Canuto -sobre el que llegó a realizar textos literarios-, cuando era niño, para jugar con sus primos.
A pesar de que se trata de una familia cargada de gloria, que tiene entre sus miembros a uno de los mayores autores de la poesía social de Galicia, junto a Manuel Curros Enríquez y Cabanillas, y a partir de ahora contará con un santo, Faustino Míguez -su festividad se celebrará el día 8 de marzo-, Pablo Montero admite que se trata de "un honor", pero advierte de que no se sienten abrumados. "Nosotros lo tomamos como una cosa normal. Nos ha tocado a nosotros, como le podía haber tocado a otra persona".
