Y aunque el futuro del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Ourense no fue un asunto que se abordó en la reunión que se celebró ayer, el portavoz del gobierno, José Araújo, reclamó a los grupos de la oposición "altura de miras" para su aprobación, ya que en la próxima semana se retomarán las negociaciones en la comisión de seguimiento del nuevo planeamiento urbanístico.

Además, Araújo incide en que desde el inicio del presente mandato "asumimos" el proyecto aprobado inicialmente por el anterior gobierno socialista, así como el equipo redactor encargado de elaborarlo, para de esa forma "avanzar" y contar con un instrumento fundamental para el desarrollo de la ciudad.

Sostiene Araújo que "no hay excusas para no aprobarlo", sobre todo por parte del grupo socialista, además de rechazar críticas relativas a "supuestos pelotazos", por entender que "nadie los denunció" en la vía judicial, por lo que considera que deben primar los intereses generales de la ciudad.

Por su parte, los portavoces de los tres grupos de la oposición mantienen su postura, como adelantó FARO en su edición del domingo, 1 de octubre. Así, por parte de DO, Pérez Jácome, que reiteró su disposición a negociar, entiende que el acuerdo para contar con la mayoría necesaria debería darse entre PP y PSOE, pero tal y como están las posturas en estos momento lo ve difícil. Y señalar que "nuestra condición principal está muy clara: retirar los pelotazos urbanísticos, sobre todo en la antigua finca de la Diputación".

Barquero rechaza a día de hoy apoyar el documento, por entender que "no es nuestro proyecto", y denunciar que hubo un "cambiazo", sobre todo en lo que afecta a la integración del AVE y la estación intermodal. En esa misma línea se manifiesta Doval, que alude a los "cambios" que introdujo el PP, que se convierten en "modificaciones imposibles de asumir".