Los gatos se han convertido en un problema en algunos lugares por lo que ya sea los concellos, los vecinos, las protectoras de animales, o entre todos, están pidiendo o buscando soluciones. En Ribadavia se aprobó en febrero de 2016 una moción de RenC para implementar casetas de calle, se recogió en los presupuestos de 2017 una partida para ello, pero según Braiz Fidalgo, todo va muy lento y critica "la falta de diligencia", del grupo de gobierno.
En su moción RenC pide el control de colonias de gatos en el casco histórico, mediante la castración, marcaje en la oreja, desparasitación, y colocación de casetas y espacios para su alimentación. Este año se aprobó una partida para ello, y hace seis meses la Asociación Micos de la villa entregó un proyecto de caseta y comederos, pero "hace dos semanas el gobierno le envió una notificación de que hay que variar el proyecto de las casetas por mandato del arquitecto municipal".
RenC lamenta que el grupo de gobierno no sea capaz de llevar a cabo "ni las mociones más básicas y simples que deben realizar" y cuyos motivos "parecen ser la falta de compromiso, o dedicación, o incapacidad para gestionar". Dice que seguirá reclamando que se cumpla esa moción por la mejora de la imagen del casco histórico y de los vecinos.
Pero este problema es de más sitios. La presencia de colonias sin controlar en Celanova y Vilanova dos Intantes también preocupa a algunos vecinos amantes de los animales, que pidieron ayuda a la Asociación Alma, de Barbadás, quien les recomendó dirigirse al Concello en busca de colaboración para recoger los gatos, sanearlos y castrarlos. También miembros de este colectivo mantuvieron una reunión con la edil de Medio Ambiente, pero sin éxito por la falta de una partida en los Presupuestos.
Desde Alma apuntan que se puede hacer un concierto con los veterinarios e ir castrando y los que son dóciles darlos en adopción, pero que la solución no es que alguien los recoja en su casa o ponerles veneno, siendo éste un problema que tienen que solucionar los concellos porque "los gatos son públicos".
En Barbadás el ayuntamiento castra los que hay por la calle "que nosotros se los recogemos para eso" y también le buscan casas de acogidas y alimentan a los que les traen algunos vecinos, y los llevan al veterinario y los desparasitan. Apunta que "contamos con varios veterinarios voluntarios que solo nos cobran por los materiales". En Barbadás el Concello se comprometió con esta problemática, algo que esperan haga Celanova.
