Un vecino de Ourense, de 40 años, fue detenido por la Policía Autonómica por un supuesto delito de violencia de género contra su expareja, sobre la que tenía una orden de alejamiento. A pesar de ello, la llamó por teléfono para decirle que tenía que ir a su casa a recoger unos enseres. La víctima llamó al agente encargado de su protección y se estableció un dispositivo que llevó a su arresto en las inmediaciones del domicilio.

Este hombre fue condenado a 6 meses de prisión por otro quebrantamiento el pasado mayo, pero la pena quedó en suspenso a condición de que no se acercara a la mujer en tres años.