Jack (13 meses) divisa el mundo, de momento, desde el regazo de sus padres, David Thompson y Tiana Petit, amparado por ellos mientras ensaya cada paso. Ha heredado los ojos de azul cristalino del varón, además de un nombre inspirado, en buena medida, por la fascinación del progenitor por España y el Camino. La familia cruzó Estados Unidos de costa a costa, desde Portland, en el estado de Oregón, y sobrevoló después el Atlántico para bautizar al pequeño en Ourense, a 8.300 kilómetros. Aquí los ha acogido su "familia española", tal y como David define a Pepita Babarro, Celso Rey -ambos, profesores jubilados- y sus hijas Marta y Antía.

Los americanos -junto al matrimonio y el bebé viajaron los padres de ella, Marco y Martha, en plena celebración del aniversario de bodas- emprenderán hoy o mañana el camino de vuelta a Estados Unidos. Antes de las 15 horas en avión, han planeado un viaje en coche de Ourense a Bilbao para, como dice David, rehacer "al revés" el camino aproximado que él recorrió, en bicicleta en 15 días, desde Saint Jean de Pied de Port a Santiago de Compostela en 2010, también a estas alturas del calendario. "En un par de años o alguno más me gustaría repetirlo, pero ya con Jack caminando a mi lado", dice un hombre que da importancia al significado. "¿Por qué bautizarlo aquí? Para mí es importante celebrar con la gente que quiero. Y esta es mi familia en España", reitera. A ellos, Pepita y Celso también los sienten como de casa.

Oregón y Galicia, de paisajes muy similares según subrayan, se hermanaron a través de estas dos familias gracias a un encuentro en un avión. David y Marta -la madrina de Jack- se conocieron en el aire hace unos 15 años, aproximadamente La hija de Celso y Pepita trabajaba entonces para Microsoft, en Seattle. En la actualidad ejerce en la sede central de Google, en California. Él tiene su propia compañía eléctrica, Alameda Electric. David, de 41 años, se casó en 2013 con Tiana Petit, nacida en Nueva York hace 34 años, y psicóloga especializada en relaciones conyugales. David le pidió matrimonio al pie de un castillo francés. La boda se celebró en Portland, donde residen, y Marta fue la primera dama de honor de Tiana.

La pasión de la pareja estadounidense por la cultura europea explica también el deseo de bautizar a su hijo en España. La ceremonia se celebró el sábado a mediodía en la iglesia de San Andrés de Campo Redondo, en Ribadavia, oficiada por el párroco de A Carballeira, Enrique Martínez Díaz, amigo de la familia. Jack vestía el faldón de María Inés, la madre de su abuelo Marco. Los americanos siguieron el transcurso de la eucaristía con un guion traducido al inglés. Se encargó Celso Rey, exprofesor de la asignatura en el instituto Blanco Amor.

El bautizo del niño de Oregón en el corazón de O Ribeiro fue "muy bonito y entrañable", destacaba Pepita al día siguiente. Tras la eucaristía, La familia festejó en Casal de Armán. La gastronomía gallega cautiva a estos americanos enamorados de la tierra, que ya el viernes paladeaban vino de la zona, empanada y queso del país en la casa de los ourensanos en Punxín. David y Tiana aprovechan cada estancia para descubrir lugares y monumentos (pretendían ir a las termas). También para sumergirse en las costumbres más enxebres. Hace años, Celso sufrió un dolor de espalda que le impedía preparar su aguardiente. David mantuvo la tradición, haciéndose cargo. Oregón y Ourense se unirán muchas más veces: "Nunca es el último viaje", destaca esta familia. Jack, el pequeño americano bautizado en O Ribeiro, encarna ese vínculo duradero.