La caída demográfica sigue imparable y las nuevas actualizaciones estadísticas no son esperanzadoras. La provincia de Ourense despidió 2016 con 3.258 habitantes menos y una pérdida del 1% en su padrón, lo que significa una media de 9 personas menos cada día.

La aceleración de la caída demográfica coincide con el éxodo de extranjeros que en 2013, empujados por la crisis económica, empezaron a abandonar la provincia. Ese año se fue el 3,1% de los inmigrantes que se habían instalado en Ourense pero al año siguiente, en 2014, la salida de foráneos se disparó, con un 11,1% de extranjeros menos en el padrón. Esa pérdida de capital humano inmigrante ha continuado hasta la fecha, y tal y como reflejan los datos publicados ayer por el INE, hay ahora un 25% de extranjeros menos que en el pico más alto de la serie histórica, que se produjo en 2012, con la presencia de 16.946 ciudadanos de otras nacionalidades.

La población extranjera actual es similar a la que registraba la provincia antes de que comenzase la crisis económica, con 12.424 ciudadanos de otras nacionalidades en 2007. A partir de ese año el crecimiento de este colectivo se disparó, llegando a crecer casi un 13% y un 11% en los dos años siguientes, para frenar en seco en 2011.

La despoblación va unida a un envejecimiento cada vez mayor, aunque hay una provincia en España, la vecina Zamora, que nos supera en edad media: 50,4 años frente a los 50,2 de los ourensanos. Ambas son las únicas provincias españolas que han traspasado el umbral del medio siglo en este indicador demográfico que, en el conjunto del Estado, se sitúa en 42,9 años.

La estadística del padrón continuo a 1 de enero de 2017 que publicó ayer el INE cifra en 311.595 personas el conjunto de la población de Ourense, de los que 161.938 son mujeres y 149.657, hombres. Otro dato que aporta este informe es que el 78% de los residentes han nacido en la provincia, frente a un colectivo de 69.222 personas cuyo origen está fuera de Ourense.

En detalle, 17.472 proceden del resto de Galicia y 33.019 nacieron en el extranjero. Castilla y León es la comunidad autónoma con mayor presencia entre la población ourensana, con 5.034 originarios, de los que 2.572 nacieron en León. La segunda es el País Vasco, con 2.869 habitantes originarios de esta región, seguida de Cataluña, con 2.902, la mayoría de Barcelona, y Madrid, con 2.175.

Respecto a la población extranjera, 12.686 habitantes tienen otra nacionalidad, lo que representa el 4% del padrón total. Portugal es el país que más ciudadanos extranjeros aporta a la provincia, concretamente más de un tercio entre este colectivo: 4.705. Le siguen Rumanía, Brasil, Venezuela y Marruecos como nacionalidades más presentes en el censo ourensano.

El padrón a 1 de enero incide en una realidad demográfica que lleva varias décadas en situación de alerta y que se ha agravado en el último lustro al acelerarse la pérdida de población. La variación anual cruzó en 2013 el umbral del 1% y de ahí no ha retrocedido llegando incluso a restar el 1,36% en 2014. Desde que el INE empezó a publicar los datos del padrón en 1996, la provincia ha perdido 35.318 habitantes, o lo que es lo mismo, una media de 1.766 al año en las últimas dos décadas.

La capital es el único municipio de los 92 de la provincia que supera los 20.000 habitantes y sólo cuatro superan los 10.000 (Verín, O Carballiño, O Barco de Valdeorras y Barbadás). El resto están por debajo de ese umbral y hay cuatro que tienen menos de 500 habitantes