Otro año más, la provincia de Ourense vuelve a ser duramente castigada por los incendios. La escasez de lluvias y las altas temperaturas registradas en las últimas semanas han prendido la mecha de un monte seco. Hasta 678 hectáreas han ardido desde el comienzo del año en 16 incendios superiores a 20 hectáreas, aquellos de los que informa Medio Rural.

Las llamas inauguraron el año bien temprano, el mismo 2 de enero con un fuego en el concello de A Veiga, que calcinó 20 hectáreas. A partir de ahí, la mala racha se concentró en la tercera semana de marzo, con cuatro focos y el pasado fin de semana, con otros seis.

Los concellos más afectados han sido Manzaneda, con 125 hectáreas; Carballeda de Valdeorras, con 111 hectáreas devastadas en Candeda; Lobios, con un fuego en activo que ya ha alcanzado las 100 hectáreas; O Entrimo con 55 y Quiroga 45.

El seco otoño ha propiciado casi 200 incendios en Galicia en invierno, en concreto entre los meses de entre diciembre y enero. La tendencia de escasas precipitaciones y altas temperaturas ha continuado en marzo y abril, convitiendo a los montes gallegos en un polvorín.