El retraso de varios meses en la práctica forense de una evaluación psiquiátrica de Alexandru M. L., el joven rumano encarcelado por matar presuntamente al exfarmacéutico Tomás Milia en octubre de 2013, mantiene abierta, 3 años después, la instrucción de un crimen que parecía encarrilado cuando el sospechoso confesó su implicación a la Policía al ser detenido. Desde entonces, se acogió a su derecho a no declarar y aún no ha sido posible contrastar aquella versión. Su abogado, Eduardo Mazaira, vuelve a reiterar la solicitud de excarcelación del sospechoso.
Entre otros argumentos, el letrado pone como ejemplo que Eduardo L. F., uno de los presuntos homicidas de un joven rumano hallado en un embalse en diciembre de 2014, fue puesto en libertad por la Audiencia Provincial tras depositar una fianza de 3.000 euros. Aquella decisión causó un profundo malestar en la Fiscalía, decidida a formular acusación por asesinato. Semanas después, el tribunal también autorizó la salida del otro presunto autor material del crimen del embalse, Óscar E. L.
Ahora, la Audiencia tendrá que volver a pronunciarse sobre la situación de Alexandru Marius Luca, tras descartar la excarcelación con anterioridad. El joven rumano acabó presuntamente con al vida del exfarmacéutico tras una discusión de índole económica después de una cita sexual. Lo acuchilló, roció su cuerpo con lejía, lo introdujo en la bañera y se llevó unos relojes. Después del crimen, el joven volvió para borrar presuntamente pruebas y prendió fuego. Fue detenido saliendo del piso de la víctima. Se enfrenta a delitos de asesinato/homicidio, robo e incendio.
La posible fuga, "impensable"
"Mi representado lleva en prisión provisional desde el 9 de octubre de 2013. A día de hoy no existe señalamiento para la vista", subraya Eduardo Mazaira en un escrito de 17 de octubre. El letrado cree que las circunstancias de este caso impiden "mantener por más tiempo" la medida privativa, toda vez que concluido el sumario, solo a falta de la prueba forense, su liberación "no la pone en peligro".
La defensa, que adelanta que se aceptaría fianza, también descarta el riesgo de fuga, uno de los motivos que justificaron el encarcelamiento. "Es una persona joven, de 22 años, sin medios de vida autónomos y que se encuentra completamente integrado en su vida familiar en Ourense, tanto con su padres como con sus tres hermanos, por lo que es impensable que abandone todo su entorno para eludir la acción de la justicia". El abogado apela además a la "necesidad imperiosa" del joven de estar con su familia. En prisión intentó suicidarse.
