Las 9.000 hectáreas de montes quemados en solo siete días de incendios en Ourense este verano han causado no solo un daño ecológico y patrimonial sin precedentes, sino también pérdidas por aspectos como degradación de suelos, productos primarios perdidos, costos de repoblación y pérdida de productos primarios, entre otros, pérdidas económicas valoradas en 144 millones de euros.
Son los datos de la tasación realizada por el Comité de Defensa do Monte Galego, y dados a conocer ayer, en el transcurso de la manifestación convocada por este colectivo, y que bajo el lema "Lume Nunca máis", partió a las 20 horas de ayer, del Pabellón de Os Remedios, y remató en la Plaza Mayor, donde se dio lectura a un manifiesto, en el que junto con la denuncia por "la situación de bajo mínimos de los servicios forestales de la Xunta ", y la "inexistente política preventiva" de incendios, se plantearon doce posibles medidas a tomar para prevenir los incendios.
Entre las propuestas está la modificación del Consello Forestal Galego, abriéndolo como órgano consultivo a todos los agentes; un plan estratégico de gestión del monte gallego; dotar de medios a la Fiscalía contra incendios; transparencia y rapidez en el acceso a la información contra incendios; que los equipos de extinción estén bajo un mando único; ordenación de los cultivos agrarios y forestales y puesta en marcha de planes de restauración y recuperación de zonas afectadas. La octava propuesta implicaría a todas las consellerías en la protección del patrimonio forestal. También proponen sensibilizar sobre los recursos en la escuela; fomentar empleo en este sector y modificar la Ley de Montes gallega y estatal.
