Las alarmas saltaron ayer en el barrio de O Pino por un incendio en una finca habitada que calcinó por completo un alpendre en el que los propietarios de la vivienda guardaban madera y maquinaria de labranza. Los bomberos no lograron precisar el origen del fuego ya que no existían en el galpón elementos eléctricos ni es un lugar en el que se realicen barbacoas. Las llamas afectaron al almacén y se extendieron por la hierba seca del jardín y el cierre de arbusto.

La rápida actuación de los bomberos evitó que el fuego se propagase por la zona y afectase a las viviendas próximas. El aviso llegó a las cinco y media de la tarde y no fueron los propietarios de la casa los que llamaron a la central. Según explica el jefe de servicio, fue otra persona ajena a la propiedad la que dio la voz de alerta. También la central gallega de emergencias 112 movilizó a los bomberos y la Policía Local. Cuando los efectivos llegaron, los dueños intentaban sofocar las llamas con una manguera. Testigos del suceso que circulaban por la N-120 destacaron la dimensión de las llamas, que llegaron a alarmar a los vecinos. Los bomberos actuaron con una dotación y un camión de suministro, por lo que el fuego quedó extinguido en poco tiempo.