Quiroga, nombre que rinde homenaje a la zona de la Sierra de O Courel (Lugo) donde se está desarrollando el águila real, es un polluelo de la susodicha especie de tan solo dos meses de vida que llegaba al Parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés pasadas las 10.00 horas del día de ayer. Introducida en una jaula en el maletero de un coche que ayudó a su transporte desde el centro GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) de Madrid hasta uno de los pulmones gallegos situado en la provincia de Ourense, se mostraba asustada; se dejaba tocar y coger por los allí presentes y no movía más que esos ojos grandes que veían por primera vez en 60 días el que será, si todo va bien, su hábitat, donde, con suerte, encontrará a su pareja y se instalará para siempre, ayudando a repoblar la zona de águilas reales, especie que desapareció en los años 60 y 70 y que, actualmente, es una de las más amenazadas de la avifauna gallega.

Después de la sesión fotográfica y de reconocimiento con aquellos que hicieron posible el viaje de Quiroga desde la capital al norte del país, llegó la hora de llevar al polluelo al lugar que le permitirá en un tiempo surcar el cielo del Xurés. Un nido artificial dará cobijo a Quiroga, la ayudará a aclimatarse a su nueva casa durante unos días y conseguirá que considere ese mismo hábitat su lugar de nacimiento. Cuando se adapte al medio natural, reconozca el terreno, aprenda a cazar para poder sobrevivir y sepa defenderse por sí misma, quedará totalmente libre.

GREFA, centro de esperanza

Con el objetivo de recuperar la especie, el centro GREFA emprendió en el año 2001 un proyecto de reintroducción del Águila real (Aquila chrysaetos) en Galicia con la colaboración de la Xunta de Galicia. En 15 años, se han liberado un total de 28 ejemplares, siendo Quiroga la última en llegar. Además de la liberación, el proyecto de reintroducción contempla otras actuaciones, como la modificación de tendidos eléctricos peligrosos en colaboración con la empresa Unión FENOSA-Gas Natural para evitar la muerte de águilas reales por electrocución, la mejora del hábitat para aumentar la disponibilidad de presa y el seguimiento y aplicación de protocolos en la lucha contra el uso de venenos, causa principal de mortalidad de la especie en España.

El centro GREFA, donde se crió durante dos meses Quiroga, no es solo un lugar de criación de aves, sino que también funciona como centro de rehabilitación desde el año 1981. Se trata de una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que nace con el objetivo de estudiar y conservar la naturaleza autóctona. Entre todas los servicios que ofrece, destaca el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje, que ha ofrecido atención veterinaria a más de 40.000 animales salvajes ingresados por venenos, atropellos, trampas, desnutrición o transformaciones del entorno, entre otras afecciones. A su vez, GREFA también cuenta con un Hospital de Fauna, que funciona como centro de investigación de las dolencias de los animales salvajes que el propio centro rescata.

Esta serie de actuaciones por parte de organizaciones como GREFA y con la colaboración de los poderes públicos posibilitan la supervivencia de especies que, de otra manera, estarían abocadas a su desaparición.

Además del parque de O Xurés, el programa de recuperación y seguimiento del águila real incluye el Macizo Central, con las sierras de Queixa, de San Mamede y Fial das Corzas, así como en la zona de Peña Trevinca y la Serra da Enciña da Lastra, zonas donde tradicionalmente había un mayor número de parejas de esta ave.