Ourense se empieza a cocer en primavera. A dos semanas vista de la entrada oficial del calendario de verano, la provincia alcanzó ayer las máximas gallegas, 34 grados, con picos de 34,3 en el concello de Leiro uno de los municipios de la provincia en el que, junto con la localidad de Remuiños (Arnoia) que alcanzó ayer los 33,6 grados, desbaratan cada año los termómetros. Una guerra del calor en la que Ourense ciudad se quedó, según la estación de control ubicada en A Ponte en los 33,7 grados.

Décimas arriba, décimas abajo, la provincia volvió a posicionarse a la cabeza en cuanto a altas temperaturas, debido esta vez según Ana Lage, meteoróloga del servicio de MeteoGalicia, " a la situación anticiclónica, normal en esta época del año, y las con altas presiones y en especial a causa de una entrada de aire cálido procedente de África".

La configuración orográfica de la provincia hace que esa bolsa de aire cálido se estanque en zonas de valle como Ourense, "aunque se trata de temperaturas que son altas sobre todo en horas centrales del día, pero que durante la noche bajan hasta los 14 y 12 grados de mínima, es decir que son fácilmente soportables y no tienen que ver con las mínimas de verano", indica Ana Lage.

Mientras en las calles de Ourense, los vecinos más "fashion" se apuraron a lucir sus ropas de verano, en las riberas fluviales se multiplicaba el número de bañistas que, aplicando calor contra calor, una técnica que defienden muchos agüistas para mitigar los excesos climáticos del verano local, salpicaban las orillas termales para intercalar los baños de agua mineromedicinal y los baños de sol.

Máximas de 35 grados hoy

Los termómetros tendrán que soportar máximas de 35 grados y mínimas de 15 previstas para la jornada de hoy y mañana, jueves. El clima comenzará a moderarse el viernes, con máximas previstas de 28 grados, es decir siete grados menos de un tirón.

Las temperaturas se irán manteniendo en torno a los 27 y 28 hasta el domingo de la próxima semana, en el que se prevé estabilizar las temperaturas en los 21 grados de máxima, un tiempo más propio de la primavera en la que nos encontramos.

De hecho las probabilidades de lluvias son del 50 al 80% para el viernes, sábado y domingo de la próxima semana. Unos días de frescor, en la antesala del habitualmente tórrido verano ourensano.