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La concesionaria de la residencia del campus entrega todos los papeles y urge la reapertura

Siresa presentó ayer en Urbanismo todos los documentos de legalización que le exigía el Concello -Piden que agilice el proceso y reabra un servicio que acogía a 180 universitarios

La residencia universitaria con los viales y ajardinamiento rematado, pero vallada al público. // Jesús Regal

La empresa Siresa, adjudicataria de la gestión de la residencia universitaria As Burgas del campus de Ourense, hasta su precinto por sentencia judicial en agosto de 2014, entregó ayer en el Concello los últimas documentos y certificados que le solicitaban para concederle ya la reapertura de la instalación. Pide por tanto al Concello que a partir de ahora ponga en marcha este servicio sin más dilación, pues su cierre "está perjudicando a estudiantes y vecinos".

De hecho Siresa dice que están en disposición de reabrir las instalaciones ya este próximo curso académico, es decir entre septiembre y octubre de este año. Nada debería retrasar esa reapertura, advierten, pues llevan cuatro meses rematadas a la obra de urbanización y accesos al recinto, cuya carencia habían provocado el precintado del edificio en 2014.

Según Aitor García, responsable de Siresa, la documentación que presentaron ayer viernes le había sido requerida por el Concello en el mes de abril "y consiste en el expediente de legalización, debidamente firmado y visado; la liquidación de las tasas de legalización y solicitud de licencia; y la declaración de alta a efectos fiscales".

Consideran y así lo hicieron constar ayer al Concello "que estos trámites de legalización no eran necesarios, de acuerdo a jurisprudencia de diversos tribunales, que fue debidamente aportada a los servicios jurídicos municipales". Aún así cumplieron con todo lo solicitado, para tratar de volver a poner en marcha la única residencia universitaria que había en el campus de Ourense y que dejó en la calle en su momento a 180 estudiantes.

Como se recordará, el Concello de Ourense clausuró en agosto de 2014 estas instalaciones, tras una denuncia al comprobar que la residencia estaba funcionado sin obras de urbanización del entorno ni los correspondientes viales de entrada y salida de emergencias, denuncia que derivó en sentencia firme.

Sin embargo según explicó ayer Siresa, "el edificio que alberga la residencia respeta absolutamente la normativa de aplicación y se encuentra en perfecto estado de funcionamiento. Además, su finalización fue aprobada por el Concello, quien, a su vez, autorizó debidamente su apertura con las licencias oportunas, por lo que el cierre temporal respondió exclusivamente a deficiencias en la urbanización del entorno" .

180 alumnos en la calle

La situación creada en su momento dejó sin servicio a todos aquellos estudiantes, 180 en total que ocupaban los apartamentos, adaptados tanto funcionalmente como en precios a sus destinatarios.

Por este motivo y transcurridos ya pronto dos años sin este servicio y con la urbanización, acceso y viales ya rematados "hacemos un nuevo llamamiento de urgencia al Concello, al declarar que, además de los trámites y requerimientos ya cumplidos, seguiremos haciendo todo lo necesario para permitir reabrir la residencia de cara al próximo curso universitario 2016-1017, que comienza en septiembre.

Advierten que "perder un año más supondría un grave perjuicio, sobre todo para los estudiantes, más cuando estamos convencidos de que estamos a tiempo para reabrir las puertas de la residencia para el curso que viene", afirma Aitor García, responsable de la empresa concesionaria de la residencia As Burgas.

Por otro lado los responsables de Siresa aseguran que desde que se produjo el precinto de la residencia de forma temporal "la empresa ha mantenido una estrecha colaboración con todas las partes involucradas, como la junta de Compensación y la Universidad de Vigo, y ha realizado innumerables aproximaciones al Concello de Ourense para encontrar entre todos una solución al contencioso".

Quejas vecinales

La propia asociación vecinal del barrio se quejó hace dos semanas en un escrito enviado al Concello, de que, una vez rematados los viales y la urbanización continuara cerrada la obra y pidieron al gobierno local que reciba el proyecto, pues la clausura causa perjuicios a vecinos y comercio local.

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