Cerca de 150 hectáreas arrasadas de árboles autóctonos, 312 viajeros de 7 trenes afectados y el foco puesto en Renfe porque la investigación apuntó a que el incendio, que estuvo activo entre el 6 y 7 de junio de 2006 propagándose de Amoeiro a Punxín, se inició por los chispazos del paso de un tren. Hubo hasta 18 focos diseminados a los dos lados de la vía. La maleza acumulada en los márgenes abonó el crecimiento del fuego. El juzgado central de lo Contencioso Administrativo Número 11 ha confirma dicha tesis y obliga a la operadora a que indemnice a unos particulares de la zona afectada por las llamas. Entre la vía administrativa y la judicial, la reclamación de daños y perjuicios se ha prolongado una década. Y la sentencia aún no es firme.

Los demandantes, representados por Alejandro Caride, del despacho de Ourense "ARL Abogados", llegaron al juzgado para pedir una compensación por el daño del fuego en fincas de su propiedad en la parroquia de Trasalva, Amoeiro. Como prueba de que el incendio fue causado por el paso del tren aportaron informes de los investigadores de Medio Rural, así como de la Policía Autonómica. Veían responsabilidad por parte de Renfe, la competente como operadora del mantenimiento del material rodante, y también de Adif, encargada de la conservación de la infraestructura. Las llamas arrasaron 146 hectáreas de monte, de cuya propiedad decían poseer 55.000 metros cuadrados. Los ourensanos reclamaban más de 159.000 euros.

Adif, libre de responsabilidad

Tanto Renfe como Adif se opusieron a la demanda. El administrador no vio acreditado ni la realidad ni la cuantía de los daños, cuestionando la identificación de las fincas. La operadora sostuvo que la reclamación superaba el propio valor de las parcelas y que, además, no había pruebas de que el incendio había sido provocado por el paso de la locomotora. Renfe aseguró que la máquina había pasado todas las revisiones.

El magistrado Manuel Ponte excluye a Adif de tener que asumir responsabilidades, tras considerar demostrado, con los informes de los investigadores, que el incendio se originó "al paso del convoy ferroviario", por "partículas incandescentes desprendidas posiblemente del sistema de frenado del tren" . La Policía Autonómica determinó que el tren había tenido una avería en el quinto vagón de cola, "lo que provocó un sobrecalentamiento de los materiales". Renfe es la responsable "al haberse producido el incendio como consecuencia de una avería en los frenos de un convoy ferroviario, que provocaron la caída de material incandescente en la vegetación situada en los márgenes de la vía".

El juez se basa en un informe pericial para valorar los daños y en otro, la superficie afectada. En función de los análisis de los expertos, el juzgado central 11 del Contencioso Administrativo cifra en un total de 11.961,96 euros la indemnización por la madera quemada más 31.150,56 para la restauración de la masa forestal. El total a pagar por Renfe son 43.112,52 euros. La operadora tiene plazo para recurrir a la Audiencia Nacional.