El Concello de Amoeiro informó a los vecinos, el pasado día 21 a través de un bando, que el agua de la traída no es apta para el consumo humano. El alcalde, Rafael Rodríguez, tuvo conocimiento de ello a través de informaciones recibidas por la empresa encargada de realizar el control analítico del servicio de abastecimiento, AquaOurense, cuyos resultados del análisis indicaron que el agua no era apta.

Esta situación se debe únicamente a los niveles de turbidez del agua, que están causados por las últimas crecidas del río Miño, y que también están a afectar a otros concellos que se abastecen desde dicho cauce.

Los técnicos en un principio preveían que el problema estuviera resuelto al cabo de dos o tres días, y comunicarlo oportunamente a los consumidores, pero al consultar este medio a algunos vecinos, entre ellos un negocio, señalan que por el momento el problema no se subsanó, por lo que siguen sin poder consumir el agua, y ello está afectando especialmente a algunos negocios.

Cenlle, menos turbia

Desde el Concello de Cenlle su alcalde, Gabriel Alén, señala que esos días atrás también se constató problemas de turbidez en el agua pero que en este municipio no se llegó a restringir su uso ya que "aquí no pasamos de 2.5 y el límite está en 5.0", por lo que es apta para su consumo.

Dice que este problema se veía venir, por lo que ya "estábamos alerta porque viendo las condiciones del río era seguro que ocurriera ésto".