Ourense fue la provincia que menos incidencias registró ayer a causa del temporal de lluvia y viento aunque en la comarca de O Ribeiro se mantiene la alerta por la crecida del Avia. La alerta amarilla activada por Meteogalicia para toda la provincia se levantó al mediodía con un balance de 25 avisos a la central de emergencias durante la madrugada pero ninguno de gravedad, a diferencia de lo ocurrido en otras zonas de Galicia como el norte de Lugo, A Coruña y Pontevedra, donde se desbordaron ríos y anegaron locales.

En Ourense, más allá de caídas de ramas, pequeños desprendimientos de tierra y el cierre de algunas carreteras como la de Abelenda, en Avión, el mayor problema se registró en la comarca de O Ribeiro, donde Protección Civil mantiene la alerta por riesgo de inundaciones. Ya por la mañana, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y la central de emergencias 112 avisaron a los seis concellos afectados de la inminente apertura de las compuertas del embalse de Albarellos, debido al incremento de caudal acumulado por las lluvias. Previamente, el centro de control de Gas Natural Fenosa informó de que en cuestión de horas empezarían a verter 400 metros cúbicos por segundo, para aliviar así el exceso de agua embalsada.

Aunque la apertura de compuertas sería progresiva, el comunicado instaba a los ayuntamientos a adoptar todas las medidas preventivas posibles para evitar incidencias. El concello de Boborás cortó el tráfico la carretera que comunica Pazos de Arenteiro con Leiro, así como la zona del puente de Salón, ante la posibilidad de que la crecida anegase los accesos. Además, de Boborás y Leiro, el aumento del caudal del Avia afecta a Ribadavia, Beade, Cenlle y O Carballiño.

A pesar de que todos los ríos de la cuenca Miño-Sil han visto notablemente incrementado su caudal a causa de las lluvias incesantes, la Hidrográfica no registró más incidencias que la alerta preventiva del Avia. En municipios como Muíños, Protección Civil trabajó de forma incesante desatascando tuberías y arquetas, y retirando ramas y postes caídos.

Julio Puentes, del GES de Ribadavia, advierte de que, a pesar de que las lluvias dieron tregua ayer por la tarde, la situación meteorológica se mantiene todo el fin de semana, por lo que pide a los vecinos de zonas inundables como A Quinza, donde ayer el agua llegó al nivel del puente, que extremen las precauciones: "Que saquen los coches, maquinaria y electrodomésticos de los bajos y sótanos porque hay riesgo de anegamiento, en cuanto el río empiece a laminar es posible que se inunden", indicó. Ayer por la tarde el área recreativa de A Veronza, también en Ribadavia, estaba cubierta de agua.

El caudal del Sil también creció considerablemente en O Barco, a su paso por el Malecón, donde llegó al muro pero sin llegar a desbordarse. El alcalde, Alfredo García, comunicó por la tarde que no se habían registrado incidencias. También hubo anegamientos en Baños de Molgas y están cubiertas las termas públicas del Miño, en la capital. La estación de Lardeira, en Carballeda de Valdeorras registró la ráfaga de viento más fuerte de la comunidad, con 141,2 km por hora.