Al edificio judicial de Ourense acuden más de 1.000 personas, de media, todos los días, para resolver situaciones diversas, algunas de trago amargo. Un usuario pagó con un vigilante de seguridad su frustración por un embargo judicial. Agredió al guarda y terminó esposado.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes, cerca de la hora de cierre de atención al pública, poco antes de las tres de la tarde. Según indicaron fuentes del edificio, el hombre acudió en primer lugar a la oficina de atención al ciudadano para conocer el motivo de la retención de sus ingresos. De este servicio, ubicado en una esquina del sótano -1 pese a las críticas de operadores y funcionarios, el individuo salió enervado. El objeto de sus iras fue después un vigilante. Relatan las mismas fuentes que el hombre, de unos 60 años, se abalanzó sobre el guarda y lo sujetó por el cuello. Los compañeros de seguridad lo redujeron y fue esposado. El juez de guardia lo dejó libre tras tomarle declaración.