José B. L. será enterrado esta tarde en la iglesia parroquial de Castrelo de Cima (Riós) a la vez que su padre nonagenario, que fallecía en el hospital horas después del atropello fatal que le costó la vida al primero. El hijo y su esposa esperaban el bus urbano en un banco, el viernes al mediodía en la parada de Eulogio Gómez Franqueira, en el barrio de A Ponte, para ver al progenitor en sus últimas horas en la residencia de Ourense. La tragedia se atravesó, cebándose con esta familia. Padre e hijo fueron velados ayer en Verín y ambos recibirán hoy sepultura.

¿Fue una fatalidad o un delito? Lo determinará el juzgado de instrucción Número Dos de la ciudad. El magistrado de guardia dejó ayer en libertad con cargos, sin que el fiscal pidiera ninguna medida, al ourensano de 19 años que atropelló mortalmente a la víctima de 69, el mediodía del viernes. El matrimonio de Verín estaba sentado en un banco junto a la marquesina, muy poblada el viernes. El coche descontrolado del joven impactó contra el sexagenario y lo sepultó debajo. José B. L. falleció en el lugar pese a los intentos por reanimarlo durante más de 40 minutos.

El conductor, M. F. L., con pocos meses de carné y la "L" en el vehículo, se derrumbó al salir ayer del juzgado de guardia, tras una noche en el calabozo. Sus parientes más directos acudieron a arroparlo.

Tras el trágico accidente dijo a los policías locales que pudo haberse despistado al escuchar un sonido en el móvil. Ayer en el juzgado no mencionó este extremo. Según las fuentes consultadas, tenía la intención de detenerse en una panadería de las proximidades y, sin mucha destreza aún con el vehículo, perdió el control después de esquivar a otro automóvil y se empotró contra el banco en el que se encontraba el matrimonio de Verín, después de invadir la acera. Otros conductores que partieron junto a él del semáforo anterior, a unos 50 metros del lugar de los hechos, aseguraron a la policía que el joven arrancó antes de que el indicador para vehículos se pusiera en verde y que iba rápido. Según esta versión, tuvo que esquivar a un taxi que circulaba correctamente y terminó empotrándose contra el fallecido tras invadir la acera y tratar de corregir el rumbo sin éxito.

Las hipótesis se mantienen de momento como tal, hasta que la Policía Local finalice el atestado, detalle las causas y lo remita al juzgado. En un primer momento, apuntó a "una conducción negligente y posiblemente temeraria" como origen del siniestro. Dio negativo en la alcoholemia. Ante el resultado fatal, el juzgado no descarta citar a todos los entrevistados por los agentes, además de a la viuda, que resultó herida leve pero fue atendida por una crisis nerviosa, como testigo directo de la tragedia.

Flores en el lugar de la tragedia

Ayer, en el lugar del fatídico atropello, un recuerdo en forma de flores blancas y un mensaje de concienciación firmado por "Stop Accidentes".