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Fiscales, policías y casas de acogida suman ideas contra la violencia de género

En una mesa redonda apostaron por la educación para prevenir, la denuncia bien asesorada para huir del maltrato y la coordinación de medios para ayudar a las víctimas

Algunos de los ponentes y participantes en el coloquio posterior, al debate en el Liceo. // Iñaki Osorio

El fiscal de Violencia de Género de Ourense, un policía del servicio encargado de la atención a las víctimas y las responsables de las casas de acogida de Ourense y centro de recuperación integral de mujeres maltratadas de Santiago, se sentaron ayer en torno a una mesa en el Liceo, convocados por el grupo de debate Tardes de Encuentro que coordina María Antonia Rilo, para aportar sus experiencias y sugerencias en la búsqueda de soluciones a un problema de candente actualidad: la violencia de género.

Las conclusiones se resumieron en tres líneas clave. La educación desde la escuela basada en respeto a la personas con independencia de su género, como vía para la prevención; las denuncias pausadas y bien asesoradas previamente para huir del maltrato cuando este ya se ha producido y la coordinación de todos los medios existente en la lucha contra el maltrato, para que la víctima tenga la máxima protección primero y los medios luego para insertarse en la sociedad.

El encuentro comenzó con un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de este tipo de violencia y posteriormente los ponentes fueron fijando sus claves previas al coloquio abierto con los participantes.

Julián Pardinas, fiscal de Violencia de Género de Ourense, apostó por "la educación desde la infancia en los valores democráticos y el respeto a la persona con independencia del sexo o el respeto a las opiniones encontradas; es decir lo básico; el derecho penal ya es represivo así que lo principal es la labor preventiva".

Begoña Riveira, directora del centro de recuperación integral de las víctimas de violencia de género de Santiago, el único en su género recogido en la ley gallega dejó claro que "es primordial que las mujeres se asesoren a fondo antes de presentar una denuncia apresurada, para argumentarla bien y que el proceso no acabe en sobreseimiento, como ocurre a veces pese a haber un culpable". Recordó que hay 90 centros de información a la mujer en Galicia en el que pueden contar con ayuda de psicólogas y una abogada para asesorarlas. Pidió también un "cambio de mentalidad con este tema", para que se aborde "sin perjuicios de género" y partiendo de que es "un problema social".

ria Sánchez, educadora social de la congregación de Adoratrices, responsables del desarrollo en Ourense del programa Amaranta que compagina la ayuda a mujeres que ejercen la prostitución y la gestión de la casa de acogida a mujeres maltratadas de la ciudad, explicó el funcionamiento de esta casa de acogida, y la preocupación de la quienes la gestionan, "que es la dificultad que tienen las mujeres al salir para reinsertarse". El acceso a una vivienda y al mercado laboral son las que le impiden reinsertarse una vez superado el maltrato.

Advirtió además que la violencia de género sigue existiendo "porque sigue habiendo desigualdad de género en la sociedad y solo puede atajarse trabajando sobre este tema ya desde las escuelas".

Roi de Prado, responsable del Grupo de Atención a la Familia de la Policía Nacional, explicó que la fase que a él le ocupa es preprocesal y en su ponencia apostó "por la coordinación de todos los estamentos y servicios que intervienen en el proceso hay que trabajar unidos, para facilitar a la víctima una denuncia difícil pues es contra alguien muy próximo".

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