El nuevo hospital de Ourense tendrá dos huertos en la cubierta, gimnasio al aire libre y una zona de descanso y relajación a siete plantas de altura. El CHUO se suma así al fenómeno "healthy roofs" que convierte el techo de los edificios en espacios para la vida y, en este caso, para la terapia médica.
El nuevo edificio de hospitalización, actualmente en obras, prevé este uso innovador en la que será la primera cubierta verde de uso terapéutico de Europa. El proyecto complementario acaba de adjudicarse por 198.000 euros y tiene un plazo de ejecución de tres semanas. Se trata de una idea experimental enmarcada en el subproyecto "Hospitalización innovadora" que busca una doble finalidad: habilitar una superficie hasta ahora sin utilidad en los hospitales y proporcionar a los pacientes un espacio verde al aire libre en el que avanzar en su recuperación.
Con la puesta en marcha de este servicio, el CHUO podrá experimentar con los beneficios terapéuticos que proporciona a los pacientes el contacto con el exterior en un entorno hospitalario controlado y, al mismo tiempo, observar la evolución de sus patologías para testar nuevas soluciones. Lo que ya se conoce de las actividades al aire libre es que mejoran el estado de ánimo y que esto ayuda a prevenir y tratar depresiones, a regular el sueño y a relacionarse con los demás. Pero si además se instalan huertos y jardines, los beneficios pueden ser aun mayores.
El proyecto contempla diferentes mesas de cultivo para la plantación de hortalizas y flores. Las patologías a las que se dirige son diversas, desde todas las relacionadas con el aparato locomotor, sean o no quirúrgicas, a las enfermedades cardiovasculares como el ictus o el infarto, las psiquiátricas y las neuromusculares entre las que se encuentra la Esclerosis múltiple o el Alzheimer.
Los beneficios que justifican este proyecto han sido muy medidos. La plantación de hortalizas, por ejemplo, proporciona estimulación psicomotriz y sensorial a través del tacto y el olfato. Pero también ofrece ventajas en el plano de las emociones ya que en el caso de pacientes que han visto mermadas sus capacidades o su movilidad, estos verán reforzado el sentimiento de utilidad. Al tiempo que cuidar un huerto colectivo implica relacionarse con los demás.
Las flores de colores y las plantas aromáticas favorecen la estimulación sensorial, que es muy importante en los tratamientos para personas con demencias o daño cerebral adquirido porque evoca recuerdos y los afianza, retrasando el avance del deterioro cognitivo.
La cubierta saludable también incluye zonas de juegos biosaludables y rehabilitación física con barras y sistemas de ayuda donde los servicios médicos y asistenciales realizarán pruebas de dispositivos para pacientes con problemas de movilidad.
El proyecto, en el que interactuarán profesionales sanitarios, pacientes, cuidadores y familiares, está pensado como un complemento al "living lab" que se prevé en este nuevo hospital inteligente.
