El ministerio público pidió una base documental para decidir si el presunto homicida fue responsable de un delito de daños por incendio o de incendio con riesgo para la vida de las personas, lo que agravaría la condena sensiblemente solo por este delito, al contemplar la ley penas de 10 a 20 años de cárcel en el segundo supuesto. Un dictamen de la Policía Científica no vio peligro en dos de los tres factores de riesgo asociados a un incendio en un inmueble. El letrado de la defensa sostiene que esa prueba reduce la gravedad de ese delito. Habrá que ver cómo califican el incendio la Fiscalía y las dos acusaciones particulares, cuyo próximo paso será redactar los cargos.
Los especialistas de la Comisaría no vieron ven peligro por causa de las llamas, cuyo foco fue localizado sobre una cama de una habitación situada entre el dormitorio principal y el salón. Afirmaron en el escrito dirigido al juez que la puerta y la ventana del cuarto hicieron de barrera a la propagación, y que en todo caso el riesgo hubiera sido "leve o bajo" si el fuego se hubiera extendido por una ventana trasera hasta el piso superior, nunca más arriba. También descartaron posibilidades de que el fuego provocado pudiera originar daños estructurales en el edificio.
En cambio, acerca de la posibilidad de la propagación de humos y gases tóxicos acumulados en la vivienda, los agentes de Científica expusieron que "de no haber sido por la actuación de los bomberos y de haber progresado el incendio, la generación de humos hubiera alcanzado suficiente entidad como para llegar a las ventanas de las plantas superiores en el caso de haber estado abiertas". Según la Policía, "en ese caso el riesgo hubiera sido grave, máxime si alguna de esas personas hubiera estado durmiendo, lo que es habitual a la hora de inicio del incendio, de madrugada".
