La futura estación intermodal del AVE, que se asentará en la actual estación Empalme, se cimentará en los criterios de "racionalidad" y también "económicamente viable". Esa es la decisión del Gobierno central, y que en su momento trasladó ala diputada socialista, Laura Seara. Además de recalcar que será una infraestructura que "respete la intermodalidad, que integre la estación de autobuses y, sobre todo, que sea el resultado del proceso de diálogo entre todas las administraciones implicadas: Concello, Diputación Provincial de Ourense, Ministerio de Fomento y Xunta de Galicia".

Por parte del Ministerio de Fomento se señala que se está trabajando en una solución basada en "el consenso ", y que será el mejor impulso a la actuación urbana en el entorno de la nueva estación, lo que permitirá ejecutar una operación "plenamente coherente y cuyos máximos beneficiarios han de ser los usuarios y los ourensanos".

En cuanto a la polémica suscitada con el proyecto del arquitecto Norman Foster, aprobado por el gobierno socialista en funciones, cuyo coste estaría en los 68 millones de euros, todo indica que queda descartado, sobre todo después del mensaje que en su momento envió la ministra de Fomento, Ana Pastor, al señalar que "no será una obra faraónica", y explicar que se trabaja con la Xunta con el objetivo de "que sea una estación intermodal, y que haga ciudad, no que la rompa".