La Audiencia de Ourense ha absuelto a un hombre acusado de un delito de tráfico de estupefacientes por falta de pruebas. Aunque no sustenta la exculpación, la sala señala, además, que "resulta cuanto menos irregular" que hubieran registrado su vehículo sin que él esté presente. No es obligatorio pero sí "deseable" que el afectado pueda estar delante.
Los hechos ocurrieron el 7 octubre de 2014, cuando el acusado, David V.M., fue interceptado por agentes de la Guardia Civil cuando circulaba por la autovía A-52 en compañía de su pareja sentimental y de la madre de esta última.
En el registro del vehículo, los guardias encontraron una bolsa de plástico con cocaína, con un peso de 12,845 gramos y cuyo precio en el mercado ilícito se aproximaba a los 1.400 euros. En la vivienda localizaron cuatro envoltorios, que contenían 1,845 gramos de cocaína, varios recortes de plástico, y una báscula de precisión, así como la suma en metálico de 400 euros y tres pequeños envoltorios con 0,718 gramos de marihuana. Por estos hechos el Ministerio Fiscal pidió una condena de 2 años y 10 meses de cárcel.
La sala concluye en la sentencia notificada ayer "que no existen fundadas razones que permitan atribuir de manera inequívoca la titularidad de la sustancia aprehendida". Si bien no resulta necesaria la presencia del imputado para el registro de un vehículo, lo deseable, precisa el tribunal, sería contar con la misma. Respecto a la cantidad de sustancia intervenida en la vivienda, la Audiencia Provincial entiende que "no excedería de lo que pudiera entenderse destinado al autoconsumo del acusado", consumido de cocaína.
"Ni el resultado de las escuchas telefónicas ni las transacciones a las que se alude en el escrito de acusación permiten llegar a la convicción de que el acusado pudiera haber efectuado alguna venta a terceros de sustancias estupefacientes", añade la sala antes de absolver por falta de pruebas de cargo.
El imputado defendió su inocencia en juicio y dijo que parte de sus ingresos procedían de préstamos de su exmujer y de la venta de huevos, no de drogas. La sentencia conocida ayer todavía admite recurso ante el Supremo.
