Las vacaciones exprés de Semana Santa y el tiempo generalizado propio del verano previsto hasta el sábado empujan al asfalto a miles de conductores en Semana Santa. La procesión de carretera emula a la multitud de actos de devoción que captan visitantes por toda la geografía. En ese ritmo incesante, ninguna carretera registra el volumen de circulación de la A-52. Un tramo de 60 kilómetros en la provincia de Ourense es la arteria principal para la entrada y salida de Galicia.

Según las estimaciones de la Dirección General de Tráfico, entre 12.000 y 18.000 vehículos diarios transitarán por la autovía das Rías Baixas en el segmento de Ourense a Verín. La provincia se convierte en la zona de paso con el mayor número de desplazamientos por carretera, hasta el final de la segunda fase de Semana Santa, que finaliza a las doce de la noche del domingo al lunes.

La A-52 será la vía más utilizada para llegar desde la Meseta, por encima de la A-6, con un aforo medio estimado por la DGT de entre 6.000 y 12.000 vehículos.

El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense, que cuenta con unos 150 efectivos, reforzará los controles en carretera. Como apoyo de vigilancia, la DGT tiene activas un total de 21 cámaras: 17 diseminadas por el trazado ourensano de la autovía A-52; 3 en un tramo de 10 kilómetros de la N-120, y una en la N-525. En la red provincial están instaladas 13 cabinas para radar fijo, así como 5 medidores de velocidad móviles.

En la Jefatura Provincial preocupa más, no obstante, el riesgo de siniestralidad en las carreteras secundarias. En el último año se registraron 135 accidentes con 160 víctimas -un fallecido- en travesías de localidades de la provincia. Cuatro de cada diez siniestros se producen en núcleos urbanos.

Sin desatender el riesgo de la A-52, el responsable de la DGT en Ourense, David Llorente, cree que "la planificación de los viajes, el miedo a las multas porque la velocidad está muy controlada y el hecho de que se conduzca mejor" han rebajado el peligro. Los mayores desvelos están en "los desplazamientos cortos y conocidos, cercanos al propio domicilio, en los que no siempre se cumplen las normas y eso puede resultar fatal".

En lo que va de año, 5 personas han fallecido en accidente de tráfico, el mismo número de víctimas que a estas alturas en 2013.