Los vecinos de la localidad ourensana de Punxín, afectados por el uso de agua contaminada con arsénico, han bloqueado esta mañana el consistorio en señal de protesta por la falta de soluciones a esta problemática.

Tras más de quince días de encierro y con el alcalde de vacaciones, los habitantes de Punxín han optado por cerrar el ayuntamiento e impedir la entrada de los funcionarios "como primera medida de presión", aseguran.

El motivo de la polémica son las condiciones de agua potable en este ayuntamiento, que registró elevados niveles de arsénico, y el excesivo coste del servicio, que se encareció más del doble.

En 2010, el PSdeG procedió a la privatización del servicio, que triplicó el importe de las facturas tras la adjudicación del servicio del agua a una empresa implicada luego en la Operación Pokemon.

El coste pasó de unos 46.000 euros al año a cerca de 100.000 euros, situación que se mantuvo después con el PP ante las críticas vecinales.

En este momento, los vecinos de Punxín mantienen un encierro en el consistorio a la espera de que se inicien negociaciones para resolver el conflicto, que recientemente contó con el apoyo del Valedor do Pobo.