Acompañada por la Guardia Civil para asegurar su comparecencia después de ausentarse la primera vez que la citaron, una empleada del club de alterne Felinas, de Fumaces, Riós, mantuvo ayer su declaración contra el propietario del prostíbulo Agostinho J.D.S.P. y su cuñado Dennys P.D.S., a quienes acusa de atracar un Cash Record de Verín y de traficar con droga en el local. El Ministerio Fiscal pide para el primero una pena de 9 años y dos meses de prisión por sendos delitos de robo con violencia e intimidación y tráfico de drogas, y para el segundo 7 años y medio de cárcel por el atraco y por tenencia ilícita de armas. Ambas defensas, la libre absolución.

"Los robos y la venta de cocaína y porros" financiaban el negocio, aseguró en respuesta a las preguntas del Ministerio Fiscal la camarera del Felinas que en enero de 2012 denunció ante la Guardia Civil que Agostinho y Dennys habían robado un supermercado y que vendían droga en el local. Ayer ratificó su declaración asegurando que guardó en su maleta el pasamontañas que uno de ellos utilizó en el atraco y que vio las armas que emplearon para encañonar a los empleados del establecimiento. Afirmó que justo después del robo "empecé a ver la despensa llena de botellas y el club no daba para tanto".

Sobre la droga, explicó que "se compraba y se consumía allí mismo". El procedimiento era decirle a los clientes que pedían suministro que tenían que esperar unos minutos porque la droga la buscaban en otro edificio próximo. "Entonces nos metíamos en la cocina y fingíamos que llamábamos por teléfono a alguien, pero en realidad Agostinho fabricaba las bolsas y las traía del piso de arriba", indicó. Las sustancias incautadas eran menudencia, con un valor total en el mercado de 500 euros.

Las defensas solicitaron en sus informes finales que no se tuviese en cuenta este testimonio debido al "odio y animadversión" que la testigo siente hacia el propietario y por la escasa fiabilidad de las apreciaciones de una persona que, según la letrada de Dennys, en ese momento "consumía drogas".

En la vista no pudo acreditarse que las dos pistolas encontradas en la habitación de Dennys fuesen las utilizadas para encañonar a los empleados del supermercado en el atraco del 28 de enero de 2012 pero los agentes aseguraron que eran muy parecidas. Los empleados fueron encañonados y encerrados en un vestuario mientras los dos encapuchados, uno con acento brasileiro que la fiscal identifica con Dennys y otro no identificado, se llevaban 3.696 euros de la caja. Las cámaras de seguridad grabaron minutos antes a Agostinho comprando, por lo que se le atribuye el papel de "cooperador necesario". Los empleados testificaron que era un cliente habitual que tenía ficha.