La construcción del edificio Villaescusa estuvo en su momento marcada por la polémica. Fue en 2004, cuando era paralizado por Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica debido a su proximidad al cauce de un río. Pero posteriormente se reanudó la construcción y ahora el bajo de casi 1.000 metros cuadrados, con un valor catastral de 600.000 euros, está ocupado por una empresa de muebles.