El colapso del área de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, con más de 6.000 pacientes esperando una consulta con el especialista que se demora meses, ha provocado un cambio de rumbo en el CHUO, que ha decidido derivar muchos de estos pacientes a Atención Primaria, donde deben ser atendidos por médicos no especializados; una medida que, según el PSdeG PSOE, se ha adoptado sin darle formación previa ni recursos a los médicos generalistas.

Alertan además de que buena parte de esos pacientes que deberían ser atendidos en el Servicio de Cardiología del CHUO, van a ser derivados a los centros de salud del rural, que se enfrentan a unos recortes que van a reducir al cincuenta por ciento el personal sanitario.

La diputada del PSdeG-PSOE por Ourense en el Parlamento de Galicia, Carmen Acuña, ha exigido públicamente a la Xunta, "información y recursos" para que esos médicos de Atención Primaria, y denuncia además que con esta medida el Complejo Hospitalario de Ourense, que dirige Eloína Núñez, "lo que quiere es realizar una campaña de vaciado de las listas de espera de Cardiología que alcanzan dimensiones insostenibles".

Acuña condena de forma directa el modo que ha tenido Eloína Núñez de gestionar el problema de Cardiología y recrimina a esta referencia "pues se mostró muy diligente en la confección de comunicaciones internas para limitar la libertad de expresión de los facultativos, pero que no ha hecho en este caso un documento para informar del proceso de aligeramiento de las listas de espera hipersaturadas de las que, por otro lado, este Gobierno gallego niega sus existencia.

A juicio de la diputada socialista, con esta medida la Gerencia Integrada no pretende dar un mejor servicio a sus pacientes, y máxime de una modalidad que requiere tal urgencia como Cardiología, sino que haciendo uso un símil informático, "pretende utilizar Primaria como papelera de reciclaje de Especializada".

Acuña se suma así "a la perperplejidad y las reivindicaciones de los medios de Atención Primaria, y muestra además especial preocupación "por los médicos del rural, pues los de los concellos de menos población van a experimentar recortes de hasta el 50 por ciento del personal sanitaria".